Alrededor de dos millones de bacterias y 40.000 microorganismos cambian de dueño después de un beso. Sin embargo, al besar, el cuerpo produce todo tipo de neuropéptidos, sustancias químicas que evitan las infecciones y reducen el riesgo de sufrir enfermedades patológicas.De igual manera, besar estimula la saliva, que elimina partículas de comida de los dientes, también hace disminuir el nivel ácido que causa las caries y la placa dental. Pero a nivel químico, el beso genera, aumenta y acelera la producción de Feniletilamina, sustancia que aumenta el deseo sexual y el deseo de besar, provocando que diversos procesos químicos generen una auténtica conmoción en el organismo. El efecto es tan abrumador que, a nivel bioquímico, podría compararse a una sobredosis de anfetaminas. Durante un beso de alta intensidad aumentan los niveles de dopamina, sustancia que estimula la sensación de bienestar del ser humano y de testosterona u hormona del deseo sexual, así también, se muestra una amplia estimulación de las glándulas adrenales, las cuales por reacción efusiva de dicha alteración generaran adrenalina y noradrenalina, que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Para culminar, la glándula pituitaria, situada en la base del cerebro, libera oxitocina, una de las hormonas más apreciadas por el hombre, la cual, además de hacernos sentir en las nubes y muy livianos, tiene un papel primordial en la conservación de la especie. Aunado a esto, se liberan endorfinas u hormonas de la felicidad en el torrente sanguíneo creando una sensación de bienestar, haciéndonos olvidar de la depresión y aumentando las defensas inmunológicas del cuerpo. Científicamente está comprobado que el beso se compone en un 60 por ciento de agua; un 0,7 por ciento de grasa; un 0,4 por ciento de sal; un 0,7 por ciento de proteínas y millones de bacterias. Un beso de tres minutos quema sólo quince calorías. Los besos hacen que los labios se hinchen de sangre, se tiñan de rojo y brillen con la saliva. Además, los besos aumentan la secreción de saliva, que drena las células muertas y las bacterias y, por tanto, mejoran el aliento. http://al-quimicos.blogspot.com.es/2013/05/la-quimica-del-beso.html
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