Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, hacia el 5 de junio de 15991 - Madrid, 6 de agosto de 1660), conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y maestro de la pintura universal.
Pasó sus primeros años en Sevilla, donde desarrolló un estilo naturalista de iluminacióntenebrista, por influencia de Caravaggio y sus seguidores. A los 24 años se trasladó a Madrid, donde fue nombrado pintor del rey Felipe IV y cuatro años después fue ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores de la corte. A esta labor dedicó el resto de su vida. Su trabajo consistía en pintar retratos del rey y de su familia, así como otros cuadros destinados a decorar las mansiones reales. Su presencia en la corte le permitió estudiar la colección real de pintura que, junto con las enseñanzas de su primer viaje a Italia, donde conoció tanto la pintura antigua como la que se hacía en su tiempo, fueron influencias determinantes para evolucionar a un estilo de gran luminosidad, con pinceladas rápidas y sueltas. En su madurez, a partir de 1631, pintó de esta forma grandes obras como La rendición de Breda. En su última década su estilo se hizo más esquemático y abocetado, alcanzando un dominio extraordinario de la luz. Este periodo se inauguró con el Retrato del papa Inocencio X, pintado en su segundo viaje a Italia, y a él pertenecen sus dos últimas obras maestras: Las Meninas y Las hilanderas.
Su catálogo consta de unas 120 o 125 obras. El reconocimiento como pintor universal se produjo tardíamente, hacia 1850.2 Alcanzó su máxima fama entre 1880 y 1920, coincidiendo con la época de los pintores impresionistas franceses, para los que fue un referente. Manet se sintió maravillado con su obra y le calificó como «pintor de pintores» y «el más grande pintor que jamás ha existido». La parte fundamental de sus cuadros que integraban la colección real se conserva en el Museo del Prado en Madrid.
http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Vel%C3%A1zquez
Madrid (1631-1648)
Una sibila (¿Juana Pacheco?)
Es una obra de Diego Velazquez. La obra fue realizada en 1630-1631. La técnica se utilizó para realizar la pintura fue en Oleo sobre tela, el soporte es de tela, las medidas son
62 cm x 50 cm
Posible retrato de Juana Pacheco (1602 -1660), esposa de Velázquez e hija de su maestro Francisco Pacheco (1564-1644).
Aunque tal identificación no ha podido ser probada, en 1746 la obra aparece ya titulada como “la mujer de Velázquez” y, el carácter intimista y cotidiano del lienzo, revela la cercanía que el pintor tenía con la modelo.Doña Juana aparece caracterizada como un personaje bíblico, una sibila o una profetisa, aunque el objeto que sujeta entre sus manos, una tabla o paleta, también ha propiciado su identificación como la musa de la Historia, Clío, o una alegoría de la Pintura.
Este cuadro fue adquirido por Isabel de Farnesio, como revela el inventario de 1746 de su colección en el Palacio de la Granja de San Ildefonso. En 1814 aparece ya en elPalacio Real de Madrid.
Aunque tal identificación no ha podido ser probada, en 1746 la obra aparece ya titulada como “la mujer de Velázquez” y, el carácter intimista y cotidiano del lienzo, revela la cercanía que el pintor tenía con la modelo.Doña Juana aparece caracterizada como un personaje bíblico, una sibila o una profetisa, aunque el objeto que sujeta entre sus manos, una tabla o paleta, también ha propiciado su identificación como la musa de la Historia, Clío, o una alegoría de la Pintura.
Este cuadro fue adquirido por Isabel de Farnesio, como revela el inventario de 1746 de su colección en el Palacio de la Granja de San Ildefonso. En 1814 aparece ya en elPalacio Real de Madrid.
https://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/una-sibila-juana-pacheco/
Retrato de hombre joven fue pintado por Velázquez en fecha indeterminada que una parte de la crítica sitúa antes del primer viaje a Italia, entre 1623 y 1629, y López-Rey retrasa a 1630-1631. Fue adquirido en Madrid en 1694 para el príncipe elector Johann Wilhelm, formando parte de su colección en Düsseldorf. En 1806 pasó a la Hofgartengalerie de Múnich y desde 1836 a su actual ubicación en la Alte Pinakothek de Múnich.
Descripción
El lienzo, inacabado, representa a un hombre joven en media figura con traje negro y golilla blanca. La mano derecha se apoya escorzada en la cintura mientras que la izquierda sólo indicada mediante gruesos trazos negros sobre la preparación rojiza parece reposar en el pomo de una espada. A pesar de haberse dejado sólo esbozadas las manos, José López-Rey sostiene que el cuadro podría considerarse acabado según los criterios de Velázquez, quien ocasionalmente dejaba fragmentos inacabados voluntariamente para subrayar la propia esencia del cuadro. ParaFernando Marías, que adelanta la fecha de su ejecución a 1626-1630, pudiera haber servido para estudiar nuevas fórmulas de composición e iluminación para ser aprovechadas más tarde en los retratos oficiales, que por su naturaleza se prestan menos a ese género de ensayos.
El lienzo, inacabado, representa a un hombre joven en media figura con traje negro y golilla blanca. La mano derecha se apoya escorzada en la cintura mientras que la izquierda sólo indicada mediante gruesos trazos negros sobre la preparación rojiza parece reposar en el pomo de una espada. A pesar de haberse dejado sólo esbozadas las manos, José López-Rey sostiene que el cuadro podría considerarse acabado según los criterios de Velázquez, quien ocasionalmente dejaba fragmentos inacabados voluntariamente para subrayar la propia esencia del cuadro. ParaFernando Marías, que adelanta la fecha de su ejecución a 1626-1630, pudiera haber servido para estudiar nuevas fórmulas de composición e iluminación para ser aprovechadas más tarde en los retratos oficiales, que por su naturaleza se prestan menos a ese género de ensayos.
Los intentos de identificar al personaje representado -incluida la presunción de que pudiera tratarse de un autorretrato de juventud- han resultado vanos.3 Jonathan Brown sugiere que podría tratarse de un gentilhombre por la posición del brazo en jarras y la mano esbozada sobre la espada, que tiene por signos aristocráticos
http://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_de_hombre_joven
Tentación de Santo Tomás de Aquino
Tentación de Santo Tomás de Aquino
Tentación de Santo Tomás de Aquino fue pintado por Velázquez en 1632 y se conserva en el Museo Diocesano de Orihuela (España).
Historia del cuadro
Este cuadro fue inicialmente atribuido al pintor murciano Nicolás de Villacis y también a Alonso Cano para, en los años veinte del siglo XX pasar a ser reconocido como obra Velázquez.
Descripción del cuadro
El cuadro representa a Santo Tomás de Aquino, cuando todavía es novicio, tras superar la tentación de una ramera que se vislumbra en la puerta abierta del fondo y a la que ha hecho huir con un leño encendido que descansa a sus pies. El santo es sostenido por un ángel mientras otro se prepara para ceñirle una cinta blanca que simboliza la castidad.
http://es.wikipedia.org/wiki/Tentaci%C3%B3n_de_Santo_Tom%C3%A1s_de_Aquino
El príncipe Baltasar Carlos con un enano
El príncipe Baltasar Carlos con un enano es un cuadro pintado por Diego Velázquez en 1631 que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Boston desde1901.
Descripción
En este retrato el príncipe aparece vestido con uniforme de capitán general, adaptado a su condición infantil pero incluyendo la banda, la bengala que porta en la mano derecha y la espada.
El enano lleva una manzana y un sonajero, elementos más pueriles que pueden dar a entender que el heredero de la monarquía más poderosa de Europa no necesita juguetes sino instrucción militar y formación para poder gobernar sus dominios en un futuro.
La posición estática del príncipe y el dinamismo de la figura del enanito hacen pensar a algunos especialistas que la figura de Baltasar Carlos sería un cuadro, ante el que su bufón se vuelve para contemplarlo.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_pr%C3%ADncipe_Baltasar_Carlos_con_un_enano
Felipe IV de castaño y plata
Este retrato de Felipe IV, conocido como Felipe IV de castaño y plata, es un cuadro deVelázquez. Actualmente se encuentra en la National Gallery de Londres (Reino Unido), donde se exhibe con el título de Philip IV of Spain in Brown and Silver. Es popularmente llamado Silver Philip (Felipe de Plata).
Es un retrato que presenta al rey Felipe IV de cuerpo entero y de tamaño natural. A diferencia de otros retratos de Felipe IV, en que aparece vestido de negro, en este viste un rico traje bordado «en castaño y plata» que le da el título. Los bordados de plata están pintados con pequeños y rápidos empastes. Es un ropaje de esplendor inusual, lo que parece indicar que está conmemorando algún acontecimiento particular. Además, luce el collar de la Orden del Toisón de Oro, colgando de una cadena de oro.
Este es uno de los retratos que Velázquez hizo del rey Felipe IV de España. La datación no es segura. La página web de la National Gallery indica hacia 1631-1632; la referencia Carrassat habla de 1635. En cualquier caso, se trata de un retrato posterior al primer viaje de Velázquez a Italia y en él se ve que el modelado es más suave y se adopta un colorido más propio de la escuela veneciana. Es el principal retrato del rey de la época.
El retrato se hallaba en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial a principios delsiglo XIX. Durante la invasión napoleónica fue sustraído y pasó a una colección inglesa. La National Gallery lo compró en 1882.
http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_de_casta%C3%B1o_y_plata
Isabel de Borbón
Isabel, hija del rey francés Enrique IV y de María de Médicis , se casó en
1615 con el entonces príncipe Felipe, que sería el rey Felipe IV , Velázquez
la retrata en diversas ocasiones entre 1631 y 1633.
Este lienzo ejecutado en 1632 por encargo del rey , fue regalado a su hermana,
la infanta María, casada un año antes con su primo Fernando de Habsburgo ,
rey de Hungria y después emperador de Austria. De la casa imperial de austríaca
pasó al Museo, quizá en el primer cuarto del siglo XIX . Originariamente era tal
vez un retrato de cuerpo entero . Actualmente, varios críticos sostienen que
participaron en la obra alumnos del maestro.
En el retrato se recoge el característico motivo del collar que pasa por debajo
del brazo , detalle visible también en el cuadro conservado en Chicago , buena
copia del taller del retrato de Viena, que figuró antes en la colección Sackville
de Londres y luego en el anticuario J. Boechler de Munich, fue comprado por
Max L. Epstein en 1927 y catalogado con Mayer como original de Velázquez-
El artista retrata de nuevo a Isabel en una versión actualmente conservada
en Nueva York en colección particular, donde representa con gran refinamiento
el traje de la reina . Además de reproducir el esplendor del material , le atraen
sobre todo, como en muchos cuadros posteriores , los juegos de luz en la tela
negra , a la que añade reflejos brillantes y una profusión de tonalidades.
Isabel de Borbón es retratada también a caballo en una pintura sólo retocada
por el artista que se remonta a 1634-1635 y se conserva en el Museo del Prado
de Madrid.
http://pinturasdiversas-demeza.blogspot.com.es/2012/09/isabel-de-borbon-de-diego-velazquez.html
Don Diego del Corral y Arellano es un cuadro de Diego Velázquez (Sevilla, 1599– Madrid, 1660) conservado en el Museo del Prado de Madrid, donde ingresó en 1905 legado por la duquesa de Villahermosa, junto con su pareja, de iguales medidas y características técnicas, el retrato de su esposa Doña Antonia de Ipeñarrieta y Galdós y su hijo don Luis.
Historia
El lienzo podría haber sido pintado por Velázquez entre 1631 y 1632, año de la muerte del retratado, junto con el retrato de su esposa e hijo primogénito, compartiendo sus mismas características técnicas e historia. En 1668 fue inventariado con los bienes de Juan y Cristóbal del Corral e Ipeñarrieta, hijos del retratado, en el Palacio de los Corral en Zarauz (Guipúzcoa), junto con los retratos de su esposa, de Felipe IV (Nueva York, Metropolitan Museum of Art) y del Conde-Duque de Olivares (Museo de Arte de São Paulo), atribuidos todos a Velázquez.Permaneció en poder de la familia, ignorado por la crítica hasta finales del siglo XIX, cuando Aureliano de Beruete y Moret lo presentó como uno de los mejores retratos del periodo. En 1902 se expuso en el Museo del Prado, con motivo de la jura deAlfonso XIII,y tres años después su entonces propietaria, María del Carmen de Aragón-Azlor, duquesa de Villahermosa, lo legó en su testamento al Museo junto con el retrato de su esposa. Antes de que fueran donados al museo, apareció la siguiente noticia en la prensa madrileña:
Un rico norteamericano ha ofrecido millón y medio de francos por el retrato de Don Diego del Corral y Arellano, pintado por Velázquez, propiedad de la señora Duquesa de Villahermosa. La Duquesa ha rechazado cortésmente la oferta, diciendo:
- Amo mucho a mi familia, a mi patria y al Arte, y muy poco al dinero. Por todos los millones del mundo no vendería yo mi Velázquez, que quiero que después de mis días vaya a formar parte del Museo del Prado.
Los dos restantes retratos velazqueños propiedad de la familia —Felipe IV y Conde-Duque de Olivares— fueron puestos a la venta en 1912 en Londres, Agnew and Sons.
En 1989 formó parte de la exposición sobre Velázquez que acogió el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
http://es.wikipedia.org/wiki/Don_Diego_del_Corral_y_Arellano
Doña Antonia de Ipeñarrieta y Galdós y su hijo don Luis
Doña Antonia de Ipeñarrieta y Galdós y su hijo don Luis es una pintura al óleode Velázquez (Sevilla, 1599 – Madrid, 1660), conservada en el Museo del Prado deMadrid, donde ingresó por legado de la duquesa de Villahermosa en 1905, junto con su pareja, el retrato de su segundo esposo Don Diego del Corral y Arellano.
Historia
Se desconocen las circunstancias del encargo y la fecha de ejecución de este lienzo, pero consta documentalmente la relación de Antonia Ipeñarrieta con el pintor, a quien el 4 de diciembre de 1624, solo un año después de la llegada de Velázquez a Madrid, hizo un pago de 800 reales a cuenta de tres retratos: uno deFelipe IV (Nueva York, Metropolitan Museum of Art), El Conde-Duque de Olivaresahora conservado en el Museo de Arte de São Paulo (Brasil) y un retrato de su difunto esposo, El señor Garci Pérez, perdido o no identificado. Años después Antonia hubo de encargar a Velázquez su retrato (este) y el de su segundo marido.
En 1668 este cuadro se encontraba en el Palacio de los Corral en Zarauz(Guipúzcoa), mencionado en el inventario de los bienes de Juan y Cristóbal del Corral e Ipeñarrieta, hijos de la retratada, como «la Sra. doña Antonia de Ipeñarrieta con don Luis, su hijo». El lienzo pasó a sus herederos, los marqueses de Narros, que a mediados del siglo XIX lo llevaron a Madrid; en 1905 su entonces propietaria,María del Carmen de Aragón-Azlor, XV duquesa de Villahermosa, nieta de la retratada en séptimo grado, lo legó en su testamento al Museo del Prado con su pareja, el retrato de Don Diego del Corral y Arellano.
En 1989 formó parte de la exposición sobre Velázquez que acogió el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
http://es.wikipedia.org/wiki/Do%C3%B1a_Antonia_de_Ipe%C3%B1arrieta_y_Gald%C3%B3s_y_su_hijo_don_Luis
Mano de hombre
Es una de las obras de Diego Velazquez la obra fue realizad hacia 1630 la obra se realizo Oleo sobre la tela. Y sus medidas son 27 x 24 cm. Actualmente esta desaparecida antes estaba en el Palacio Real de Madrid.scrito en el papel: «Illmo Señor / Diego Velazquez». Fragmento de un retrato del arzobispo Fernando de Valdés cuya composición se conoce por una copia anónima conservada en la colección del conde de Torneo.
Don Pedro de Barberana y Aparregui
Don Pedro de Barberana y Aparregui es un retrato atribuido a Velázquez quien lo habría pintado hacia 1631-1633 y se conserva en el Kimbell Art Museum de Fort Worth, Texas, (Estados Unidos) desde 1981.
Historia del cuadro
No se tienen noticias documentales antiguas de este cuadro, publicado por primera vez como obra de Velázquez y con el título de Caballero de Calatrava por José López-Rey en 1972, cuando se encontraba en colección privada de Nueva York, sin otra referencia que la de haber sido adquirido en Europa hacia 1950. Inmediatamente fue acogido de forma favorable por la crítica y un año despuésJosé Gudiol identificó al personaje retratado como Pedro de Barberana (1579-1649), nacido y muerto en Briones (La Rioja), de cuyo castillo fue alcaide perpetuo. Contador mayor y miembro del Consejo Privado del rey, ingresó en la Orden de Calatrava, cuya cruz luce ostentosamente en el pecho y en la capa, en octubre de 1630, cuando Velázquez aún se encontraba en Italia, lo que determina la fecha a partir de la cual pudo ser pintado.
http://es.wikipedia.org/wiki/Don_Pedro_de_Barberana_y_Aparregui
Es una obra realizada en Óleo sobre tela, fue realizada hacia 1632 Staatliche Kunstsammlub¡nger Gemäldegalerie Alte Meister, Drese. Sus medias son 108 x 90 cm. La obra esta expuesta en Módena Galeria Ducal.
Justi (1903), lo identifico con Juan Mateos maestro de caza del rey y autor del tratado Origen y dignidad de la caza (Madrid 1634). El cuadro pudo ser adquirido en Madrid despues de la muerte de Mateos en 1643 por el embajador Guidi que lo llevaría a Modena, donde en 1865 figuraba como original de Velazquez; mas tarde se considero obra de Rubens y como tal paso a la colección de Dresde, donde se atribuyó a Tiziano. En 1865 se volvió a incluir en el catalogo de Velazqueño.
Este retrato sirvio de modelo para el grabado de Pedro Perret que ilustra el Origen y la dignidad de la caza
http://books.google.es/books?id=lSggDELPvqoC&pg=PA128&lpg=PA128&dq=Don+Juan+Mateos+velazquez&source=bl&ots=s3FbTWqBLX&sig=lzN508PBxX7Sf_p7oWQnkRyz6nM&hl=es&sa=X&ei=m7lSVJDDMMbtaN_cgfgJ&ved=0CDwQ6AEwBA#v=onepage&q=Don%20Juan%20Mateos%20velazquez&f=false
El Cristo crucificado, o Cristo de San Plácido, es una pintura al óleo sobre lienzo de Velázquez, conservada en el Museo del Prado desde 1829.
Durante su primer viaje a Italia entre 1629 y 1630 Velázquez pudo estudiar las obras de los grandes maestros. Sus estudios del desnudo a partir de obras clásicas se pondrán de manifiesto en La fragua de Vulcano y La túnica de José, pintadas allí. Esos estudios habrían posibilitado el magistral desnudo de este cuadro, por la fusión que demuestra de serenidad, dignidad y nobleza. Es un desnudo frontal, sin el apoyo de escena narrativa, con el que Velázquez hace un alarde de maestría y consigue que el espectador pueda captar la belleza corporal y la serena expresión de la figura. Por su espiritualidad y misterio esta obra inspiró al escritor y filósofo español Miguel de Unamuno un extenso poema titulado El Cristo de Velázquez.
http://es.wikipedia.org/wiki/Cristo_crucificado_(Vel%C3%A1zquez)
El Baltasar Carlos de Londres, Wallace Collection, pintado hacia 1632 a juzgar por la edad del modelo, es el segundo de los retratos conservados que Velázquez hizo del príncipe heredero, nacido en octubre de 1629, y uno de los primeros cuadros del maestro sevillano en los que se advierte su estilo maduro.
Historia
Velázquez retornó a Madrid de su primer viaje a Italia a finales de 1630 o comienzos de 1631. En su ausencia había nacido el primogénito de Felipe IV y segúnFrancisco Pacheco se aguardó a su regreso para retratarlo, sin permitir que ningún otro pintor lo hiciese antes. Aunque la anécdota no parece ser cierta, pues ya en octubre de 1630 se había enviado un retrato del heredero a Flandes, Velázquez debió de ponerse inmediatamente a la tarea si, como piensa José López-Rey, elRetrato del príncipe Baltasar Carlos con un enano de Boston, con una inscripción antigua en la que se lee «Aetatis AN .../ MENS 4», fue pintado cuando el príncipe contaba un año y cuatro meses (febrero de 1631). De ser así, el retrato de Londres, de composición e indumentaria muy similares, aunque sin el enano y de algo mayor edad, podría haberse pintado para conmemorar la ceremonia de la jura al príncipe heredero por las Cortes de Castilla que tuvo lugar el 7 de marzo de 1632. La indumentaria del príncipe en ambos se ha puesto en relación con la que vestía en aquella ocasión, según la descripción que de la ceremonia dejó el cronista León Pinelo: «Luego [iban] los infantes Carlos y Fernando llevando en medio al Príncipe por las mangas del vaquero, ceñida espada y daga con guarnición de oro y diamantes, sombrero negro i plumas de nácar, inmediatos al Rey nuestro señor». Brown y Elliott piensan al contrario que el retrato pintado para conmemorar la ceremonia del juramento sería el Baltasar Carlos con un enano de Boston, en cuya inscripción faltaría un 2, retrasando a 1633 la ejecución del retrato de Londres.
No se tienen noticias firmes de su procedencia anteriores a la década de 1830 cuando lo adquirió, al parecer en Sevilla, Frank Hall Standish. En 1842 pasó a la colección de pintura española de Luis Felipe, exhibiéndose en el Museo del Louvre. Subastado en la venta de los bienes del rey Luis Felipe en 1853, fue adquirido por lord Hertford. Desde 1896 se encuentra en Hertford House, Wallace Collection.
http://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_del_pr%C3%ADncipe_Baltasar_Carlos
El bufón llamado don Juan de Austria es un cuadro de Velázquez (Sevilla, 1599– Madrid, 1660) pintado para el Palacio del Buen Retiro de Madrid y conservado en el Museo del Prado desde 1827. Pertenece al grupo de retratos de bufones y «hombres de placer» de la corte pintados por Velázquez para decorar estancias secundarias y de paso en los palacios reales, en los que, dado su carácter informal, el pintor pudo ensayar nuevos recursos expresivos con mayor libertad que en los retratos oficiales de la familia real, con su carga representativa.
Historia
La historia de este cuadro ha discurrido paralela a la del bufón Pablo de Valladolid, aunque algunos críticos, juzgando su técnica muy avanzada, retrasaron su ejecución a 1647 e incluso a la década de 1650. En el inventario del Palacio del Buen Retiro de 1701 aparece mencionado como retrato de un «Bufón llamado don Juan de Austria Con barios Arneses», junto con otros cinco retratos de bufones, entre ellos los de Pablo de Valladolid y Barbarroja. La naturaleza bufonesca del personaje retratado, que hacía de esta pintura un retrato cómico, se perdió al pasar al Palacio Real Nuevo, donde en 1772 se citaba como «retrato de un artillero», ascendido en el inventario de 1789 a «general Español con varias armaduras en el Suelo», para ser luego confundido con un retrato del marqués de Pescara al pasar en 1816 a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. No se recuperó la identificación correcta hasta 1872, cuando Pedro de Madrazo publicó su catálogo extenso de las obras conservadas en el Museo del Prado, al que se había incorporado en 1827, donde lo describía como:
«Retrato de un truhan u hombre de placer del Rey Felipe IV, a quien llamaban D. Juan de Austria: en pie, teniendo por bengala en la mano derecha un palo largo con fleco carmesí en su extremidad superior, y al pecho una llave de hierro. Lleva coleto y ferreruelo de terciopelo negro listado y forrado de rosa. Al fondo se descubre la costa del mar, con un buque incendiado.— Figura de tamaño natural. De la última época del autor».
Un documento de 1632, publicado por José Moreno Villa, en el que se daba cuenta de la entrega a don Juan de Austria de un traje de terciopelo y seda de tonos negro y rosa, como el que viste en el retrato de Velázquez, permitiría fijar la fecha aproximada en la se pintó el retrato, según López-Rey, quien observó además semejanzas en el enlosado —cuya definición se pierde al retroceder—, y en la diagonal enfática de las piezas de la armadura sobre el suelo, con el modo de componer La túnica de José y La fragua de Vulcano, ambas de 1630. A la costumbre de hacer regalos en vestuario a los bufones que servían en las cortes alude Mateo Alemán en elGuzmán de Alfarache. Aunque admite que haya graciosos en las inmediaciones de los poderosos, pues es cosa necesaria que tengan entretenimientos y muchas veces solo estos les dicen las verdades, también hay otros, dice, «que sólo sirven de danzar, tañer, cantar, murmurar, blasfemar, acuchillar, mentir y ser glotones; buenos bebedores y malos vividores», pero son estos los que gustan a los príncipes y a ellos les dan «joyas de precio, ricos vestidos y puños de doblones, lo que no hicieran a un sabio virtuoso y honrado, que tratara del gobierno de sus estados y personas».
Existe documentación relativa a un «hombre de placer» nombrado Don Juan de Austria, quien prestó servicios a la corte de Felipe IV, sin residir en palacio ni ración fija, entre los años 1624 y 1654. Aunque se desconoce cuál fuese su nombre auténtico, no cabría descartar que en verdad se llamase Juan de Austria, conforme a las costumbre de la servidumbre de adoptar los nombres de sus amos y la laxitud de la época en esta materia. En todo caso, el nombre adoptado, el del hijo natural del emperador Carlos V don Juan de Austria, conocido por su victoria sobre los turcos en la Batalla de Lepanto, permitió a Velázquez la alusión a la batalla naval, que quizá el cómico personaje creyera protagonizar, como los bufones que en 1638 se hacían pasar por reyes de Castilla en las fiestas organizadas en honor del duque de Módena.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_buf%C3%B3n_llamado_don_Juan_de_Austria
El retrato ecuestre del Conde-Duque de Olivares es una pintura del español Diego Velázquez, realizada hacia el año 1638. Se encuentra en el Museo del Prado deMadrid desde su inauguración en 1819.
El objeto de la obra fue retratar con poderío al valido del rey Felipe IV Gaspar de Guzmán, un influyente noble y político español, conde de Olivares y duque de Sanlúcar la Mayor, conocido como el Conde-Duque de Olivares. Dentro del estilo de Velázquez, este cuadro se considera una excepción, ya que su diseño y colorido resultan más movidos y pomposos de lo habitual en los retratos del artista, más sobrios.
Olivares es retratado a lomos de un caballo, un honor generalmente reservado a los monarcas y que refleja el poder que alcanzó como valido o mano derecha del rey (cargo equivalente al actual de primer ministro). El cuadro se asemeja a los retratos ecuestres que Velázquez había pintado para el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, pero no se hizo para dicha serie sino como encargo particular de Olivares, con destino a su casa. No está fechado pero se sitúa algo después que dicha serie, hacia 1638, y posiblemente se pintó tras la batalla de Fuenterrabía, un éxito militar que Olivares se atribuyó, aunque no participó personalmente. El cuadro no se sumó a la colección real, antecesora del Museo del Prado, hasta un siglo después.
El conde duque mira al espectador, asegurándose de que sea testigo de su hazaña. La figura se ve desde un punto de vista bajo y su torso se gira hacia atrás, con lo que parece más esbelto; Olivares era de cuerpo macizo y más bien torpe, tal como se ve en los retratos que Velázquez le había hecho anteriormente. El caballo alza sus patas delanteras, realizando una cabriola o levade, y mira hacia el campo de batalla trazando una diagonal con respecto a las colinas que se aprecian en el paisaje, composición que proporciona energía al retrato y que, por su dinamismo, recuerda a Rubens. Este esquema de retrato ecuestre se diferencia de los realizados para la familia real, y se cree que fue sugerido por Olivares; Velázquez hubo de esmerarse especialmente, pues Olivares era el máximo cargo político de la corte (después del rey) y le había apoyado en sus inicios como pintor en Madrid.
El noble viste un sombrero de ala ancha emplumado y la banda del estado; en la mano sostiene un bastón de mariscal con el que marca la dirección de la batalla. La coraza que luce es, posiblemente, la que se conserva en el Palacio de Liria de Madrid (Colección de la Casa de Alba).
El rico cromatismo y el tratamiento de la luz otorgan a la escena una gran vitalidad.
La batalla en la lejanía está tratada con pequeñas manchas. El paisaje es muy esquemático pues Velázquez no definió edificios ni personajes. Acaso ello se debe a que el pintor no conocía la localidad de Fuenterrabía, donde aconteció la batalla descrita, aunque otras fuentes creen que no aludía a ninguna batalla concreta. Las colinas se difuminan en tonos verdes y azules, proporcionando sensación de lejanía; por ello se dice que tiene una perspectiva aérea muy acusada.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_Conde-Duque_de_Olivares_a_caballo
Caballo Blanco
Es una obra de Diego Velazquez, el lienzo se fue hecha hacia 1634-1635, es una obra de Oleo sobre tela. Las medidas son 310 × 245 cm. La obra esta expuesta en el Palacio Real de Madrid
Es una pintura realizada con óleo sobre lienzo, que se llevó a cabo entre 1634 y fue hecha para tener como “repuesto” de una obra más importante, aunque posteriormente termin
siendo una excelente pintura que refleja las características del arte Barroco.
En esta obra de arte podemos apreciar un caballo blanco que se encuentra en una postura idéntica a l que monta el Conde-Duque de Olivares, en el retrato ecuestre que realizó el mismo pintor.
http://mundochicha.blogspot.com.es/2012_10_01_archive.html
El retrato de Felipe III a caballo fue pintado por Velázquez con la colaboración del taller en 1634-35 y se conserva en el Museo del Prado desde su creación en 1819.
Análisis del cuadro[editar]
El retrato ecuestre de Felipe III fue pintado para la decoración del Salón de Reinosdel Palacio del Buen Retiro, junto con los retratos ecuestres de su esposa, La reina Margarita, Felipe IV, Isabel de Francia y El príncipe Baltasar Carlos.
Es obra de Velázquez contando con amplia participación del taller. Aunque se ha especulado mucho acerca de éste retrato y de su pareja, el Retrato ecuestre de la reina Margarita, poniéndolo en relación con un encargo efectuado a Velázquez ya en 1628 y para el que se sirvió como modelo de un retrato previo de Bartolomé González, los estudios técnicos realizados en el Museo del Prado demuestran que los cinco cuadros de la serie se hicieron a un mismo tiempo, empleando la misma preparación del lienzo e idénticos pigmentos.
Velázquez debió de confiar su ejecución a un pintor que, conociendo la técnica velazqueña, era más minucioso que él en su forma de trabajar. El mismo pintor, y quizá por indicación de Velázquez, rectificó la posición del brazo del monarca y posteriormente Velázquez llevó a cabo algunos retoques, rehaciendo el caballo y añadiendo toques de luz con algunas veladuras sobre el vestido del rey. Más tarde, como demuestra la posición que ocupa un antiguo número de inventario, se añadieron dos bandas perfectamente visibles a los lados a fin de que el cuadro tuviese las mismas dimensiones que el de Felipe IV. Al hacerlo, quizá ya en el siglo XVIII y al pasar los cuadros al Palacio Nuevo, se ocultaron algunas zonas de paisaje que habían sido pintadas por Velázquez. En 2011 el cuadro ha sido presentado ya restaurado, sin dichos añadidos, por lo que vuelve a verse en su formato original, al igual que su pareja, La reina Margarita.
Felipe III aparece arrogante sobre un caballo en corbeta, luciendo en su sombrero la famosaperla Peregrina. La figura se recorta sobre un fondo de montañas y cielo nuboso que acentúan la sensación de profundidad. Sus antecedentes pueden encontrarse en Tiziano (Carlos V en Mühlberg) y en el retrato ecuestre del duque de Lerma de Rubens, del que recuerdan los tirabuzones de las crines del caballo, cuyo escorzo es típicamente barroco.
http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_III_a_caballo
El retrato de La reina Margarita de Austria a caballo fue pintado por Velázquezcon amplia participación del taller entre 1634 y 1635 y se conserva en el Museo del Prado de Madrid (España) desde la creación de la pinacoteca en 1819.
Historia del cuadro
Velázquez había recibido el encargo de pintar una serie de cinco retratos ecuestres de la familia real que se destinarían al Salón de Reinos del palacio del Buen Retirode Madrid. Allí se colgaron los cuadros de Felipe III y de su esposa La reina Margarita de Austria a caballo, el de Felipe IV y su esposa La reina Isabel de Francia a caballo y el del hijo de ambos, El príncipe Baltasar Carlos a caballo, de menor tamaño que los de sus padres por destinarse a una de las sobrepuertas del salón.
Como ocurre con el retrato de su esposo, este de la reina Margarita es obra de Velázquez con amplia participación del taller. Sobre el modelo surgido del taller, Velázquez repintó con toques muy sueltos los arreos del caballo, inicialmente muy detallistas. La misma fluidez de los trazos se observa en la remodelación de la cabeza de la reina, pero el proceso fue inverso en las crines del caballo como también en alguna zona del paisaje, ocultándose en la remodelación general del cuadro pinturas subyacentes ejecutadas con técnica más suelta y quizá del propio Velázquez. En fecha posterior y probablemente ya en el siglo XVIII se le dio un formato horizontal mediante la suma de dos bandas laterales. Esta alteración visible a simple vista fue revertida en 2011, al hilo de una restauración general de la obra
http://es.wikipedia.org/wiki/La_reina_Margarita_de_Austria_a_caballo
El retrato de La reina Isabel de Francia a caballo fue pintado por Velázquez entre 1628-36 y se conserva en el Museo del Prado de Madrid (España) desde la creación de la pinacoteca en 1819.
Historia del cuadro
Velázquez había recibido el encargo de pintar una serie de cinco retratos ecuestres de la familia real que se destinarían al Salón de Reinos del palacio del Buen Retirode Madrid (actual Museo del Ejército). Allí se colgaron los cuadros de Felipe III a caballo y de su esposa La reina Margarita de Austria a caballo, el de Felipe IV a caballo y de su esposa La reina Isabel de Francia a caballo y el del hijo de ambos El príncipe Baltasar Carlos a caballo que al ir destinado a ser colocado sobre una puerta se hizo de un tamaño menor que los de sus padres y también con un punto de vista mucho más bajo.
Se trata de un obra de Velázquez con amplia participación del taller. Los estudios técnicos realizados en el Museo del Prado bajo la dirección de Carmen Garrido indican que los cinco retratos ecuestres fueron pintados al mismo tiempo y con la misma preparación. La idea de que Velázquez retocase una pintura anterior y de un pintor más arcaico, meticuloso en la descripción del traje de la reina y la gualdrapa del caballo, según han sostenido muchos críticos, entra en contradicción con lo que muestra la radiografía, que deja ver una primera pintura de la panza del caballo con su correaje a la vista y un vestido de la reina mucho más sencillo que el actual. Posteriormente, y a la vez que Velázquez hacía retoques en la cabeza de la reina y las patas del caballo, otro pintor más paciente añadió los minuciosos bordados del vestido y la gualdrapa, ocultando con ellos partes del caballo que ya habían sido pintadas.
http://es.wikipedia.org/wiki/La_reina_Isabel_de_Francia_a_caballo
El retrato de Felipe IV a caballo fue pintado por Velázquez en 1634 y se conserva en el Museo del Prado de Madrid (España) desde la creación de la pinacoteca en1819.
Felipe IV fue hijo de Felipe III y Margarita de Austria, nació en 1605 y murió en1665.
Historia del cuadro
Velázquez había recibido el encargo de pintar una serie de cinco retratos ecuestres de la familia real que se destinarían al Salón de Reinos del palacio del Buen Retirode Madrid (antiguo Museo del Ejército).
Allí se colgaron los cuadros de
Felipe III a caballo y de su esposa La reina Margarita de Austria a caballo, el de Felipe IV a caballo y de su esposa La reina Isabel de Francia a caballo y el del hijo de ambos El príncipe Baltasar Carlos a caballo que al ser de un tamaño menor que los de sus padres se situó entre ellos sobre una de las puertas del salón.
De todos aquellos cuadros, las obras más afortunadas en cuanto a ejecución fueron la de El príncipe Baltasar Carlos a caballo y la obra de esta página.
http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_a_caballo
El retrato de El príncipe Baltasar Carlos a caballo fue pintado por Diego Velázquez en 1635 y se conserva en el Museo del Prado.
Velázquez había recibido el encargo de pintar una serie de retratos ecuestres que se destinarían al Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro de Madrid. Allí se colgaron las obras con los retratos a caballo de Felipe IV y su esposa Isabel de Borbón. El hueco que quedaba entre medias de estas dos pinturas era la sobrepuerta del salón, para la cual pintó Velázquez el retrato del príncipe Baltasar Carlos, de un tamaño menor que los otros dos de sus padres.
El príncipe, de seis años, monta una jaca vista desde abajo, al estar destinado el cuadro a un lugar elevado, lo que produce una evidente deformación en el animal. El cuadro fue pintado con muy poco pigmento, extendido en capas casi transparentes aplicadas directamente sobre la preparación blanca, que queda a la vista en las montañas todavía nevadas. El príncipe y el caballo fueron pintados antes que el paisaje, de modo que su figura se recorta con nitidez
http://es.wikipedia.org/wiki/El_pr%C3%ADncipe_Baltasar_Carlos_a_caballo
La rendición de Breda o Las lanzas es un óleo sobre lienzo, pintado entre 1634 y1635 por Diego Velázquez y que se conserva en el Museo del Prado de Madriddesde 1819.
Historia
Para entender desde un punto de vista histórico esta obra de Velázquez hay que remontarse un poco a lo que estaba sucediendo desde finales del siglo XVI y principios del XVII. Los Países Bajos (liderados por su noble más importante,Guillermo de Orange) estaban inmersos en la guerra de los ochenta años o guerra de Flandes, en la que luchaban por independizarse de España.
En 1590, con Mauricio de Nassau-Orange (cuarto hijo de Guillermo) como estatúder de las Provincias Unidas de los Países Bajos, la ciudad de Breda fue tomada por los holandeses. La tregua de los doce años mantuvo el país en calma entre 1609 y 1621. Cuando el rey de España Felipe IV subió al trono en 1621, la tregua expiró y la guerra comenzó de nuevo. La intención de Felipe IV era recuperar esa plaza tan importante desde la cual se podría maniobrar para otras conquistas.
Velázquez también se inspiró en determinados pasajes de la comedia El sitio de Breda, de Calderón de la Barca.
http://es.wikipedia.org/wiki/La_rendici%C3%B3n_de_Breda
El retrato de Juan Martínez Montañés fue pintado por Velázquez en 1635-36 y se conserva en el Museo del PradoActualmente, algunos autores han identificado al retratado como Alonso Cano (1601/1667), aunque durante mucho tiempo, se pensó que el retratado era Juan Martínez Montañés.
El escultor español Juan Martínez Montañés (1568-1649), realizó un viaje a Madridentre junio de 1635 y enero de 1636, acudiendo a una llamada del pintor de Corte Velázquez. Montañés fue requerido para realizar en barro un busto del rey Felipe IV, que a su vez serviría como modelo al escultor florentino Pietro Tacca, que iba a realizar en bronce una estatua ecuestre de dicho rey. Es la estatua que se encuentra en la plaza de Oriente de Madrid en España. La relación de Velázquez con Montañés venía de antiguo; se sabe que el suegro de Velázquez, Francisco Pacheco, policromó algunas de las mejores esculturas de Juan Martínez Montañés.
http://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_de_Juan_Mart%C3%ADnez_Monta%C3%B1%C3%A9s
Felipe IV cazador
El cuadro de Felipe IV cazador fue pintado por Velázquez entre 1632 y 1638 y se conserva en el Museo del Prado de Madrid (España) desde 1828.
Historia del cuadro
El rey Felipe IV encargó a Velázquez una serie de cuadros con el tema de la caza, destinados todos ellos a adornar el pabellón que para esta actividad habían construido en el monte del Pardo, cerca de Madrid, llamado "La Torre de la Parada". Este pabellón se convirtió más tarde en un valioso museo de pinturas donde fue a parar la larga serie de las Metamorfosis de Ovidio, pintada por Rubens. Este pabellón estaba reservado en exclusiva para la Corte, nadie más tenía acceso. Allí se recopiló el conjunto más importante sobre temas de mitología y gran variedad de desnudos.
Velázquez pintó para este lugar otros dos cuadros con el tema de la caza: El cardenal infante don Fernando de Austria cazador y El príncipe Baltasar Carlos cazador. Las tres obras tienen algo en común: formato estrecho, figura presentada de tres cuartos, escopeta de caza en la mano y traje de caza en los protagonistas. Se sabe que el pintor trabajó sobre muchas más obras con este asunto pero ninguna de ellas se halla en España.
http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_cazador
El cuadro de El cardenal infante don Fernando de Austria cazador fue pintado por Velázquez hacia 1632-33 y se conserva en el Museo del Prado de Madrid(España) desde la creación de la pinacoteca en 1819.
Historia del cuadro
El rey Felipe IV encargó a Velázquez una serie de cuadros con el tema de la caza, destinados todos ellos a adornar el pabellón que para esta actividad habían construido en el monte del Pardo, cerca de Madrid, llamado "Torre de la Parada". Este pabellón se convirtió más tarde en un valioso museo de pinturas donde fue a parar la larga serie de las Metamorfosis de Ovidio, pintada por Rubens. Este pabellón estaba reservado en exclusiva para la Corte, nadie más tenía acceso. Allí se recopiló el conjunto más importante sobre temas de mitología y gran variedad de desnudos.
Velázquez pintó para este lugar otros dos cuadros con el tema de la caza: Felipe IV cazador y El príncipe Baltasar Carlos cazador. Este último cuadro, a juzgar por la edad del príncipe, entonces un niño de pocos años, hubo de pintarse hacia 1635-36, mientras que los de Felipe IV y don Fernando han de ser anteriores. El cardenal infante emprendió viaje a Amberes (vía Génova) en 1633, para suceder a su tíaIsabel Clara Eugenia en el gobierno de los Países Bajos, lo cual marca una fecha tope para su retrato; si bien Velázquez pudo modificar el atuendo y el fondo de paisaje posteriormente.
Los tres retratos citados tienen algo en común: formato estrecho, figura presentada de tres cuartos, escopeta de caza en la mano y traje de caza en los protagonistas. Se sabe que el pintor trabajó sobre muchas más obras con este asunto pero ninguna de ellas se halla en España.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_cardenal_infante_don_Fernando_de_Austria_cazador
El retrato El Príncipe Baltasar Carlos cazador fue pintado por Velázquez en 1635 y se conserva en el Museo del Prado.
El tema de la caza
El rey Felipe IV encargó a Velázquez una serie de cuadros con el tema de la caza, destinados todos ellos a adornar el pabellón que para esta actividad se había construido en el monte del Pardo, cerca de Madrid, llamado "La Torre de la Parada". Este pabellón se convirtió en un valioso museo de pinturas donde fue a parar la larga serie sobre las Metamorfosis de Ovidio, pintada por Rubens y su taller. Este pabellón estaba reservado en exclusiva para la Corte, nadie más tenía acceso. Allí se recopiló el conjunto más importante sobre temas de mitología que podía verse en España, el cual incluía gran variedad de desnudos.
Velázquez pintó para este lugar otros dos cuadros con el tema de la caza: El cardenal infante don Fernando de Austria cazador y Felipe IV cazador. Las tres obras tienen algo en común: formato estrecho, figura presentada de tres cuartos, escopeta de caza en la mano y traje de caza en los protagonistas. Se sabe que el pintor trabajó sobre muchas más obras con este asunto pero ninguna de ellas se halla en España.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_pr%C3%ADncipe_Baltasar_Carlos_cazador
El príncipe Baltasar Carlos en el picadero fue pintado por Velázquez entre 1636 y1637 y se conserva en la colección particular del Duque de Westminster de Londres(Reino Unido).
Descripción del cuadro
Estamos ante un retrato de corte en el que aprovechando una clase de equitación al príncipe Baltasar Carlos, Velázquez aprovecha para realizar un retrato colectivo de varios personajes de la corte.
A la izquierda, montado sobre un caballo en posición de corveta, aparece el príncipe y, trás el, un enano identificado como Francisco Lezcano, el Niño de Vallecas. A la derecha, en un segundo plano, aparece el Conde Duque de Olivares recibiendo una lanza de manos del ayudante del príncipe, Alonso Martínez de Espinar. Tras ellos aparece el montero mayor Juan Mateos.
El fondo está ocupado por la fachada del Palacio del Buen Retiro, con un balcón en el que aparecen los padres del príncipe, Felipe IV e Isabel de Borbón junto con otros personajes no identificados.
Existe otra versión de este cuadro en la Colección Wallace de Londres con menos personajes ya que no aparecen ni los reyes ni el Conde Duque de Olivares entre otros
http://es.wikipedia.org/wiki/El_pr%C3%ADncipe_Baltasar_Carlos_en_el_picadero
La dama del abanico es un cuadro de Diego Velázquez (1599 – 1660), pintado hacia 1635. Se documenta a comienzos del siglo XIX en la colección de Lucien Bonaparte, puesta en venta en Londres en 1815. El retrato fue adquirido porAlejandro María Aguado, marqués de las Marismas y volvió a salir a la venta en París en 1843, siendo adquirido por James Mayer de Rothschild. En 1872 pasó a propiedad de Richard Wallace, integrándose en su colección de Hertford House, encontrándose actualmente expuesto en el museo de la Colección Wallace deLondres, situada en Manchester Square.
Historia y características de la obra
Se desconoce con certeza la identidad de la mujer que protagoniza el lienzo, sobre la que los expertos discrepan. Para Lafuente Ferrari y otros podría ser Francisca Velázquez, hija del pintor, posibilidad descartada por José López-Rey. En 2006 un estudio de la restauradora británica Zahira Veliz Bomford propuso identificarla con Marie Aimée de Rohan, duquesa de Chevreuse, la aristócrata francesa célebre por sus intrigas políticas que en 1637 llegó a España buscando refugio en la corte deFelipe IV, de donde partió en dirección a Londres solo unos meses después. Por una carta fechada en enero de 1638 se sabe que Velázquez retrató en ese tiempo a la duquesa, «que en todo se porta con mucha modestia, y Diego Velázquez la está ahora retratando con el aire y traje francés».
El escote que luce la dama ha sorprendido a algunos críticos y se ha afirmado que se trataría de uno de los retratos más atrevidos y sensuales pintados por Velázquez, aunque la retratada vaya tocada con un amplio velo negro que envuelve los hombros, guantes blancos y un rosario de oro en la mano izquierda. La sensualidad de ese escote contrastaría con los usos recatados en el vestir de las damas españolas, aduciéndose que se opone a la modestia exigida por la moral y las leyes contra el lujo y los excesos en el vestir dictadas por Felipe IV.
José López-Rey opuso a esta interpretación que el primer decreto por el que se prohibía a las mujeres españolas emplear vestidos considerados indecentes —guardainfantes, enaguas y escotes— es de 1639 y su eficacia puede ponerse en duda teniendo en cuenta que hubo de ser refrendado en 1649 y 1657. Para Jonathan Brown, que atribuye el escotado a la moda francesa introducida en Madrid por la duquesa y recuerda la prohibición de 1639, tomándola como fecha límite para la ejecución del retrato, el «aire de velada sensualidad» queda contrarrestado por la «casta intención» que revelan el rosario y la medalla religiosa que cuelga del lazo azul, de modo que «la belleza y la piedad se unen así directamente en este retrato magistral».
El uso de amplios escotes por las españolas está atestiguado también por numerosas fuentes literarias. Así el capitán Francisco Santos, en su novela Los Gigantones de Madrid por defuera, aludía a unas damas de la corte vestidas «con un trage tan deshonesto que verdaderamente me parecieron rameras; pues tanto adorno y tan desvergonçado, no permitía más caudal de entendimiento (...) de más de llevar descubierto hasta la media espalda, y trages costosissimos». Siendo los escotes motivo constante de preocupación para los moralistas, se escribieron algunos libros específicamente destinados a condenar las modas deshonestas en el vestir, como el del padre Galindo, elocuentemente titulado: Verdades morales en que se reprehenden y condenan los trages vanos, superfluos y profanos, con otros vicios y abusos que oy se usan, mayormente los escotados deshonestos de las mujeres. Pero no faltaron tampoco quienes salieran en su defensa, alegando que su uso no era inmoralidad sino moda, como sostuvo un tal Godoy en un libro, editado en Sevilla en 1684, titulado Breve satisfación a algunas ponderaciones contra los trajes, que sin más fin que el de ser acostumbrados usan las mujeres de España.
El cuadro ha sido relacionado también con el «Retrato de una dama de superior belleza», cuya identidad no desvela, citado por Antonio Palomino y al que el poeta Gabriel Bocángel dedicó un epigrama publicado en 1637 con La lira de las Musas:
- Llegaste los soberanos
- Ojos de Lisi a imitar,
- Tal, que pudiste engañar
- Nuestros ojos, nuestras manos.
- Ofendiste su belleza,
- Silvio, a todas desigual.
- Porque tú la diste igual
- Y no la naturaleza.
Fernando Marías, por su parte, encuentra en este retrato de dama escotada «a la moda francesa» un carácter más íntimo que el mostrado por Velázquez en otros retratos de los mismos años y con protagonistas de cierta alcurnia, por lo que no descarta que pueda tratarse, según la vieja propuesta, de su hija Francisca, y que con el Retrato de niña, quizá su nieta, fuese uno de los conservados por el pintor hasta su muerte, citados junto a un autorretrato inacabado en los inventarios de sus bienes.
http://es.wikipedia.org/wiki/La_dama_del_abanico
La costurera o Mujer joven cosiendo, es una pintura al óleo atribuida a Velázquezy conservada en la National Gallery of Art de Washington desde 1937 por legado de su anterior propietario, Andrew W. Mellon. La obra, inacabada, se ha puesto en relación con una entrada en el inventario de los bienes dejados por Velázquez a su muerte en el que con el número 168 se citaba «Otra cabeça de una mujer açiendo labor». Para su ejecución se han fijado fechas que van desde 1640 hasta 1649, fecha del segundo viaje del pintor a Italia. Para López-Rey, el carácter inacabado de la obra imposibilita la datación, aunque el parecido del modelo con la mujer retratada en La dama del abanico, que considera de 1635, haría pensar en un fecha próxima para la Costurera.3 El mismo López-Rey señala semejanzas con laCoronación de la Virgen que avalarían su autografía, discutida por críticos como Pantorba o Sánchez Cantón.
http://es.wikipedia.org/wiki/La_costurera
Pablo de Valladolid es un cuadro de Velázquez (Sevilla, 1599 – Madrid, 1660) pintado para el Palacio del Buen Retiro de Madrid y conservado en el Museo del Prado desde 1827. Pertenece al grupo de retratos de bufones y «hombres de placer» de la corte pintados por Velázquez para decorar estancias secundarias y de paso en los palacios reales, en los que, dado su carácter informal, el pintor pudo ensayar nuevos recursos expresivos con mayor libertad que en los retratos oficiales de la familia real, con su carga representativa.
Historia
El retrato fue inventariado en 1701 en el Palacio del Buen Retiro como «retrato de Vn Bufón Con golilla que se llamó Pablillo, el de valladolid de mano de Velázquez», tasado con su marco negro en 25 doblones. El inventario lo menciona junto con otros cinco retratos de bufones, todos de mano de Velázquez, de los que dos al menos pueden identificarse con seguridad con obras conservadas: los bufones llamados Barbarroja y Don Juan de Austria. Según Jonathan Brown y John H. Elliott, los seis retratos podrían haber sido pintados entre 1633 y 1634 y formarían una serie destinada a decorar los aposentos privados de la reina en el Buen Retiro, fundándose en un recibo del 11 de diciembre de 1634 por el cual Velázquez cobraba por un número de cuadros que no se especifica, como tampoco sus asuntos, destinados al adorno de las alcobas de palacio, tesis contestada por José López-Rey que niega tanto el carácter seriado del grupo como su destino en palacio, en una especie de «pieza de los bufones», y discute sus fechas de ejecución, apuntando para el Pablo de Valladolid una datación en torno a 1636-1637.
Su localización concreta en palacio la da Antonio Palomino, quien acusando cierto aristocratismo pasó por alto gran parte de estos retratos y tras enumerar nominalmente cada uno de los personajes de relieve que habían posado ante el pintor, apuntó en 1724, sin mayor pormenorización: «sin otros muchos retratos de sujetos célebres, y de placer, que están en la escalera, que se sale al jardín de los Reinos en el Retiro; por donde Sus Majestades bajan a tomar los coches».
En 1772 y 1794 fue inventariado en el Palacio Real de Madrid junto con el retrato del bufón Don Juan de Austria, sin mencionar el nombre del sujeto retratado. Pasó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1816, donde se conocía como «Retrato de un alcalde», y en 1827 al Museo del Prado, figurando en su catálogo de 1828 como «Retrato desconocido». Cuando Édouard Manet, de viaje por España en 1865, escribió sobre él a Henri Fantin-Latour, elogiando la «desaparición» del fondo, lo llamó «Retrato de un actor célebre en tiempo de Felipe IV», dada su apariencia declamatoria.
Un «retrato entero de Pablillos, de Velázquez», quizá copia o réplica del presente, se encontraba en la colección de Diego Messía, marqués de Leganés al constituirse el mayorazgo en 1642 y volvió a ser mencionado, de igual modo, en el inventario realizado a su muerte en 1655, junto con otros retratos de bufones, entre ellos uno de Don Juan de Austria, sin nombre de autor, y otro de «calabaças con un turbante» que se decía también de Velázquez y correspondería a un original perdido.http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_de_Valladolid
El bufón "Calabacillas", llamado erróneamente "Bobo de Coria" es un retratopintado por Velázquez de un bufón, «hombre de placer» o truhan de la corte deFelipe IV, conservado en el Museo del Prado desde su creación en 1819.
Historia
Podría tratarse de uno de los «Quattro rettrattos de diferentes Sujettos y enanos Originales de Uelazquez» que se mencionan en la primera pieza de la Torre de la Parada en el inventario de 1701 y, a juicio de López-Rey, el citado en la Torre en 1747, sin nombre de pintor, como «un quadro de un Enano riyendo» y con unas medidas algo mayores que las actuales. Indicándose su procedencia de la Torre de la Parada en 1772 fue inventariado en el Palacio Nuevo con el número 1012, en compañía de otros tres enanos de Velázquez —Francisco Lezcano, Diego de Acedoy Sebastián de Morra— descrito allí como retrato de «un bufón con un cuellecito a la flamenca» y las dimensiones actuales. En el inventario de 1789 del mismo palacio, localizándose ahora en la «pieza de comer» junto con el Sebastián de Morra, se le dio por primera vez el nombre de Bobo de Coria, expresión que, aun careciendo de fundamento, hizo fortuna y mantuvo en los siguientes inventarios. En 1819 ingresó en el Museo del Prado todavía con ese nombre.
Su identificación con el bufón llamado Calabacillas, propuesta por Cruzada Villaamil en 1885, se debe a la calabaza que tiene a su izquierda, y fue admitida ya en el catálogo del Prado en 1910, donde se decía acompañado con una calabaza a cada lado. Juan Calabazas, llamado también Calabacillas y El Bizco, documentado en 1630 al servicio del cardenal-infante Fernando de Austria y desde 1632 en la corte de Felipe IV, debió de ser bufón de excelente reputación a juzgar por el elevado sueldo que percibía además de disfrutar de carruaje, mula y acémila. Según la documentación conservada Velázquez lo retrató en dos ocasiones; una de ellas podría ser el retrato conservado en el Museo de Arte de Cleveland, aunque discutido por la crítica, de aspecto notablemente más juvenil que en el retrato del Prado.
Su muerte en 1639 fijaría una fecha límite para la pintura de este retrato, aunque en el pasado la crítica le asignaba fechas más avanzadas dada la técnica sumamente libre de los encajes en cuello y puños, el esquematismo de las manos y el desenfoque del rostro, con las que se acentúa la inquietante visión del desgraciado. Una fecha poco anterior a 1639 sería sin embargo admisible por su proximidad con los otros bufones pintados para la Torre de la Parada, aunque aquellos son retratos a cielo abierto, situados ante un paisaje, y este se encuentra encerrado en una pequeña habitación desnuda y de imposible perspectiva al deshacerse progresivamente el espacio a su derecha en una mancha marrón sin forma.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_buf%C3%B3n_Calabacillas
El bufón "Barbarroja", don Cristóbal de Castañeda y Pernia es un cuadro deVelázquez (Sevilla, 1599 – Madrid, 1660) pintado para el Palacio del Buen Retiro de Madrid y conservado en el Museo del Prado desde 1827. Pertenece al grupo deretratos de bufones y «hombres de placer» de la corte pintados por Velázquez para decorar estancias secundarias y de paso en los palacios reales, en los que, dado su carácter informal, el pintor pudo ensayar nuevos recursos expresivos con mayor libertad que en los retratos oficiales de la familia real, con su carga representativa.
Historia
El retrato fue inventariado en 1701 en el Palacio del Buen Retiro como «retratto de Vn Bufón, con hávito turquesco llamado pernea de mano de Velázquez y que estta por acavar», tasado con su marco negro en 25 doblones. El inventario lo menciona junto con otros cinco retratos de bufones, todos de mano de Velázquez, de los que dos al menos pueden identificarse con seguridad con obras conservadas: los bufones llamados Pablo de Valladolid y Don Juan de Austria. Según Jonathan Brown y John H. Elliott, los seis retratos podrían haber sido pintados entre 1633 y 1634 y formarían una serie destinada a decorar los aposentos privados de la reina en el Buen Retiro, fundándose en un recibo del 11 de diciembre de 1634 por el cual Velázquez cobraba por un número de cuadros que no se especifica, como tampoco sus asuntos, destinados al adorno de las alcobas de palacio, tesis contestada por José López-Rey que niega tanto el carácter seriado del grupo como su destino en palacio, en una especie de «pieza de los bufones», y discute sus fechas de ejecución, apuntando para este retrato inacabado una datación en torno a 1637-1640.
Su localización concreta en palacio la da Antonio Palomino, quien acusando cierto aristocratismo pasó por alto gran parte de estos retratos y tras enumerar nominalmente cada uno de los personajes de relieve que habían posado ante el pintor, apuntó en 1724, sin mayor pormenorización: «sin otros muchos retratos de sujetos célebres, y de placer, que están en la escalera, que se sale al jardín de los Reinos en el Retiro; por donde Sus Majestades bajan a tomar los coches».
En 1772 se encontraba en el salón grande del Palacio Real de Madrid donde lo vio Antonio Ponz junto a tres retratos de la familia real también de mano de Velázquez. Ponz, confundiendo el mote con el auténtico y temido pirata berberisco Khair ad Din, apodadoBarbarroja, decía que el retrato «representa un personaje Africano, pero no es regular sea el célebre Barbarroja, como se ha creído, pues Velázquez fue muy posterior, a no ser que lo pintase copiando alguno más antiguo». Fue inventariado en 1789 en la cámara del cuarto del príncipe como «retrato de Un moro con Espada», reunido de nuevo con los bufones Pablo de Valladolid y don Juan de Austria, y en 1811 como «Retrato de Federico Barba roja». En 1816 pasó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en 1827 se incorporó al Museo del Prado, figurando en el inventario de 1834 como «Retrato que se dice ser de Barbarroja, famoso corsario»,7 una confusión que todavía iba a durar varios años.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_buf%C3%B3n_Barbarroja
San Antonio Abad y San Pablo, primer ermitaño fue pintado por Velázquez en1634 y se conserva en el Museo del Prado de Madrid (España) desde la creación de la pinacoteca en 1819.
Historia del cuadro
Este cuadro fue encargado para decorar la ermita de San Pablo sita en los jardines del Buen Retiro y constituye una de las pocas obras de temática religiosa realizadas por el genial pintor sevillano.
Descripción del cuadro
El cuadro representa el episodio que el beato Santiago de la Vorágine relata en su obra Leyenda dorada sobre la visita que San Antonio Abad realizó a San Pablo ermitaño.
La leyenda relata como San Antonio, retirado como eremita en el desierto, tuvo en sueños la revelación de que otra persona le había precedido en su idea decidiendo buscarlo. En su búsqueda es guiado por un centauro y un fauno, figuras que aparecen representadas a la izquierda de la obra y en segundo término. Tras localizar la cueva en la que se cobija San Pablo, el cuadro representa ese momento en un gran peñasco que ocupa la zona derecha y en la que se distingue a San Antonio llamando a la puerta, es recibido por el eremita y, a la hora del almuerzo, el cuervo que diariamente aprovisionaba a San Pablo con una hogaza de pan aparece llevando en su pico doble ración de alimento. Tras la comida San Antonio emprende el viaje de vuelta y observa que unos ángeles transportan el alma de San Pablo por que dirigiéndose de nuevo a la cueva encuentra al ermitaño muerto, arrodillado y en posición de rezo siendo esta la escena central del cuadro. Incapaz de excavar una sepultura, unos leones se encargan de ello representando el pintor esta escena en la zona izquierda de la obra.
La obra no representa un momento en concreto de dicha leyenda sino que la recoge en su totalidad.
http://es.wikipedia.org/wiki/San_Antonio_Abad_y_san_Pablo_ermita%C3%B1o_(Vel%C3%A1zquez)
El Retrato del Conde-Duque de Olivares es un cuadro del pintor Diego Velázquez, realizado en 1638, que se encuentra en el Museo del Hermitage de San Petersburgo,Rusia.
Es un retrato de Gaspar de Guzmán, primer ministro de Felipe IV, pintado por Velázquez como pintor de la corte, gracias a quién había conseguido ese puesto. De hecho, lo pinto en su taller dentro del Palacio Real de Madrid. El modelo ofrece su gesto tranquilo y gentil, pero trasmisor de su enérgico carácter y sobresaliente inteligencia. Velázquez realizaría múltiples retratos de este personaje histórico.
http://es.wikipedia.org/wiki/Retratohttp://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_del_Conde-Duque_de_Olivares_(1638)_del_Conde-Duque_de_Olivares_(1638)
Francisco I de Este
Obra de Diego Velazquez, fue realizada en 1638, fue realizada en Oleo sobre tela. Sus medidas son 68x 51 cm.
Este obra esta en la Galería Estense,Módena
Esta obra de Diego Velazquez fue publicada hacia 1639, fue realizada la obra en Oleo sobre tela, sus medidas son 128,5 x 99 cm. Esta pintura esta publicada en Kunsthistoriches Museum en Viena.
De Velázquez con ayuda del taller. Según López-Rey a Velázquez corresponderían el esbozo general y la cara del príncipe.
Diego Saavedra Fajardo publicó en 1640 su más famosa obra, «Idea de un príncipe político cristiano representada en cien Empresas». Se trata de un manual de educación de príncipes, en concreto dirigido al príncipe Baltasar Carlos aunque no figure así en la dedicatoria. Cantari describe al príncipe, a los trece años, como "muy capaz en el estudio entendiendo muchas lenguas y hablándolas".
http://www.boadilla.com/pages/baltasar.htm
Retrato de hombre
Obra de Velazquez fue publicada hacia 1635-1645, la pintura fue realizada en Oleo sobre tela.
La medida de la obra son 76 × 64,8 cm. La obra esta expuesta en Apsley House de Londres
Esopo (Velázquez)
El cuadro de Esopo fue pintado por Velázquez entre 1639 y 1640 y se conserva en elMuseo del Prado de Madrid (España) desde la creación de la pinacoteca en 1819.
Historia
Este cuadro fue pintado para decorar un pabellón de caza construido en el monte del Pardo, cerca de Madrid, llamado "La Torre de la Parada". Este pabellón se convirtió más tarde en un valioso museo de pinturas donde fue a parar la larga serie de lasMetamorfosis de Ovidio, pintada por Rubens y sus ayudantes. Este pabellón estaba reservado en exclusiva para la Corte, nadie más tenía acceso. Allí se recopiló el conjunto más importante sobre temas de mitología y gran variedad de desnudos.
Velázquez pintó otro cuadro, Menipo, con la intención de que ambos fueran exhibidos en pareja.
http://es.wikipedia.org/wiki/Esopo_(Vel%C3%A1zquez)
El cuadro de Menipo pintado por Velázquez se fecha entre 1639 y 1640. Se conserva en el Museo del Prado de Madrid (España) desde la inauguración de la pinacoteca en 1819.
Historia del cuadro
Este cuadro fue pintado para decorar la llamada Torre de la Parada, un pabellón de caza de Felipe IV de España sito en el monte del Pardo, cerca de Madrid. Este edificio se convirtió en un valioso museo de pinturas gracias a su redecoración, impulsada durante el reinado del citado monarca. Junto a varias obras de Velázquez, albergó una larga serie sobre las Metamorfosis de Ovidio pintada porRubens y su taller. Este pabellón estaba reservado en exclusiva para la Corte, nadie más tenía acceso. Allí se recopiló el conjunto más importante sobre temas demitología y gran variedad de desnudos.
Velázquez pintó otro cuadro, Esopo, con la intención de que ambos fueran exhibidos en pareja.
En el siglo XIX, Mariano Fortuny realizó una copia del busto en acuarela, que también se conserva en el Museo del Prado.
http://es.wikipedia.org/wiki/Menipo_(Vel%C3%A1zquez)
Marte o El dios Marte es un óleo sobre lienzo de 181 x 99 cm, obra del artista sevillanoDiego Velázquez (Sevilla, 6 de junio de 1599 - Madrid, 6 de agosto de 1660).
Descripción de la obra
Inspirado en una de las esculturas que realizó Miguel Ángel para la tumba de los Médicien la nueva sacristía de San Lorenzo de Florencia, la denominada Il Pensieroso, esta representación velazqueña del dios Marte es de corte satírico, en este caso, además de por las razones moralizantes, de estirpe contrarreformista, que propiciaron esta visión a ras de tierra de los dioses y héroes mitológicos, seguramente también por la cada vez más adversa fortuna de las armas españolas. La fecha de su ejecución está muy discutida, pero todo parece indicar que debió de ser realizada hacia 1640. La técnica es fluida, el colorido variado, destacando, así mismo, en el conjunto el casco que porta este soldado desnudo y el resto de la armadura que se amontona a sus pies.
Historia del cuadro
El cuadro iba dirigido a la Torre de la Parada,1 situada a medio camino del cazadero deEl Pardo. Entre 1635 y 1638, este palacete se llenó de cuadros referentes a temas mitológicos y de cacerías de artistas tales como Rubens, Frans Snyders o Cornelis de Vos, entre otros. Junto a estos cuadros y para este mismo ambiente, el pintor sevillano pintó también una serie de lienzos entre los que destacan Esopo y Menipo.
El Marte velazqueño estuvo allí desde 1642 aproximadamente para luego pasar al Palacio Real antes de 1772. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando lo albergó desde 1816 a 1827 y a partir de esta fecha está ubicado en una sala del Museo del Prado deMadrid.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_dios_Marte
El Autorretrato de busto del Museo de Bellas Artes de Valencia, pintado hacia 1640 por Velázquez es, con el autorretrato de Las Meninas, el único autógrafo del pintor que se ha conservado. Pertenece a la colección de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia (España) desde que en 1835 le fuera donado por Francisco Martínez Blanch, y actualmente se encuentra en depósito con el resto de la colección de esta institución en el Museo de Bellas Artes.
Historia
El autorretrato pudo ser adquirido en Sevilla en 1729 por la reina Isabel de Farnesio, quien se lo lo habría donado a Farinelli, pasos que José López-Rey pone en duda. Al reverso aparece la inscripción «Soy de Farinelo», presumiblemente Carlo Brioschi Farinelli, quien pudo adquirirlo durante su estancia en España entre 1737 y 1759. Después de muerto éste pasó al Vaticano y fue sacado de allí por las tropas napoleónicas. Posteriormente fue adquirido por José Martínez, cónsul de España enLivorno, quien trató de venderlo en Madrid. De retorno en Italia, pasó a propiedad de Francisco Martínez Blanch, cónsul de España en Niza, quien en 1835 lo donó a la Academia de Bellas Artes de San Carlos.
El lienzo ha sufrido algún recorte —sin que se pueda precisar en cuanto— pero su estado de conservación es bueno y tras su última restauración, efectuada en 1986 en los talleres del Museo del Prado por Rocío Dávila, se ha podido confirmar la autografía velazqueña, puesta en duda en el pasado por algunos especialistas dada la suciedad que lo cubría. No se aprecian arrepentimientos pero sí rectificaciones en los toques de luz que parecen hechas en distintos momentos.
Noticias históricas sobre los autorretratos velazqueños
La primera noticia de un autorretrato pintado por Velázquez la proporciona su suegro y maestro Francisco Pacheco, quien afirmaba tener en su poder un «famoso» autorretrato pintado por su yerno durante su estancia en Italia en 1630, «con la manera del gran Ticiano y (si es lícito hablar así) no inferior a sus cabezas». Dada la edad del pintor en ese momento, treinta y un años, no parece que pueda identificarse con este retrato de Valencia y tampoco con ninguna de las copias y supuestos autorretratos derivados del valenciano. La documentación antigua habla de otros autorretratos de Velázquez, uno de ellos mencionado en el inventario de los bienes dejados por el pintor a su muerte en 1660, con el aviso de que el vestido había quedado inacabado, habiéndose supuesto que pudiera tratarse del mismo autorretrato mencionado por Pacheco, aunque es imposible establecer el nexo.
Otro autorretrato se menciona en 1642 en la colección del duque de Sanlúcar, marqués de Leganés, donde se describe como «un medio cuerpo del retrato del pintor Velázquez de su mano de una bara de alto y otra de ancho», citado nuevamente y de modo semejante en 1655 en el inventario de los bienes del marqués hecho a su muerte. El autorretrato del marqués de Leganés podría relacionarse con la copia de un autorretrato del pintor conservada en la Alte Pinakothek de Múnich, busto largo con medalla heráldica que en varias copias es la de la Orden de Santiago añadida post-mortem, muy semejante en cuanto a la cabeza al autorretrato de Valencia, si acaso un poco más joven.
El embajador del duque de Módena ante la corte de Felipe IV adquirió en Madrid entre 1641 y 1643 una serie de pinturas siguiendo los consejos de Velázquez, que realizó también el retrato de Francisco I de Este (Módena, Galería Estense), entre las que el inventario de Cesare Ignazio de Este mencionaba un retrato de Velázquez con las manos solo esbozadas («Ritratto di Monsu Velasco [...] qual figura ha le mani solo abbozzate»). Una copia o derivación de ese autorretrato que fue propiedad del duque de Módena pudiera ser el retrato del pintor de más de medio cuerpo, con espada, guantes y la llave de ayuda de cámara al cinto, conservado en la Galería Uffizi, obra del taller con una cabeza semejante a la del autorretrato de Valencia, que podría haber sido pintado para servir de modelo de las copias efectuadas por sus ayudantes. La elegante actitud y la ausencia de elementos caracterizadores del oficio de pintor, sustituidos por la llave y la espada, convierten a este autorretrato en un manifiesto en favor del prestigio social al que puede aspirar el pintor.
Un autorretrato más, propiedad del marqués de Eliche, fue adquirido en Madrid en 1689 por el embajador de Florencia Cosimo da Castiglione para su señor el duque Cosme III de Médici. Castiglione decía de él que era «una testa vantaggiosissima pittoresca e bella», de la que únicamente le faltaba la certeza de que fuese de su mano para adquirirla, algo de lo que finalmente debió de quedar convencido, pues en carta fechada en Madrid el 29 de septiembre de 1689 informaba ya de su compra. Esta «cabeza» posiblemente pueda identificarse con el supuesto autorretrato en busto salido de los pinceles de un modesto seguidor conservado también en losUffizi, con amplio cuello blanco cayendo sobre los hombros a diferencia de todos los restantes
Autorretratos del pintor se han querido ver también en algunos cuadros de historia, como la Adoración de los Magos de 1619 y La rendición de Breda, en el Retrato de hombre de hacia 1623 del Museo del Prado y en un óleo de autoría cuestionada conservado en losMuseos Capitolinos de Roma.
http://es.wikipedia.org/wiki/Autorretrato_(Vel%C3%A1zquez)
Obra inacabada según López-Rey, que destaca los vigorosos toques de pincel en el vestido, y «uno de los retratos femeninos más cautivadores de Velázquez» según Brown.
Obra en Oleo sobre tela.
Una de las joyas artísticas que cuelga de las paredes del Hispanic Society of America: “Retrato de una niña” de Diego Velázquez. Este cuadro pintado alrededor de 1649, forma parte de la exhibición permanente del museo. No se ha podido descifrar la identidad de esta joven y aunque según algunos expertos está inacabado resalta la precisión del maestro en la definición en el rostro, sobre todo de los ojos, los detalles del vestido y el carácter que logró expresar en este cuadro. Se asume que esta niña se asume que era un familiar del pintor de cámara de Felipe IV.
http://rafaelmartel.com/2013/05/31/the-hispanic-society-of-new-york-a-place-of-culture-and-invaluable-works-of-art/
Francisco Lezcano, "el Niño de Vallecas" es una pintura al óleo de Velázquezconservada en el Museo del Prado. No existe seguridad en la identificación del personaje representado, un enano de la corte de Felipe IV al que en documentos de finales del siglo XVIII se dio el nombre de el Niño de Vallecas, apodo que no corresponde a Francisco Lezcano, vizcaíno, con el que más tarde se relacionó al retratado, ni a ningún otro de los bufones conocidos del reinado de Felipe IV.
Historia
En 1701 se encontraba en la Torre de la Parada, finca de caza y recreo para la que posiblemente fue pintado, en unión de otros tres «retratos de diferentes sujetos y enanos», según se decía en el inventario de ese año. Formó pareja con el retrato del bufón don Diego de Acedo, pasando juntos al Palacio de El Pardo donde fue descrito en 1714 como un bufón con unos naipes. En 1772 fue llevado al Palacio Real Nuevo, donde en el inventario de 1794 —localizado en la "pieza de trucos"— se le dio por primera vez el título del Niño de Vallecas. En 1819 ingresó en el Museo del Prado, figurando en su primer catálogo como Una muchacha boba, para recuperar en los catálogos posteriores y hasta el de Pedro de Madrazo el nombre de Niño de Vallecas, cuestionado ya por Gregorio Cruzada Villaamil en 1885.
La identificación con Francisco Lezcano se debe a la documentación relativa a un bufón de este nombre admitido en 1634 al servicio delpríncipe Baltasar Carlos. Llamado Lezcanillo o el enano Vizcaíno, permaneció en la corte hasta su muerte en 1649, con un paréntesis entre 1645 y 1648, años en los que consta se ausentó de ella aunque se desconoce el motivo. Un documento de 1634 refleja que a «un enano vizcaíno» se le había hecho entrega de tres varas de tejido verde de Valencia para hacerle con él una «ropilla» y «mangas de rueda» guarnecida con pasamanos de oro falso, que José Moreno Villa pensó podía tratarse de la ropa que viste el enano —identificado también con Lezcano— que acompaña al príncipe Baltasar Carlos en el lienzo de Boston, creyéndolo pintado en 1635. Sin embargo, habiéndose pintado este en 1631 o 1632, a tenor de la inscripción que en el propio lienzo aparece y la edad aparente del príncipe, tal identificación no es posible, al no encontrarse todavía Lezcano en la corte. El nombre de Lezcano fue recogido por primera vez en el catálogo del Prado de 1942, siendo posteriormente aceptado de forma general. Camón Aznar y José López-Rey, admitiendo que el personaje retratado fuese, en efecto, Lezcano, sostuvieron que el cuadro pudo ser pintado en Zaragoza a donde el enano habría acompañado a su señor en la «jornada de Aragón» de 1644. Jonathan Brown, que solo admite con reservas la identificación con Lezcano, adelanta la fecha de su ejecución a 1636-1638, años en los que consta que Velázquez hacía algunas pinturas para la Torre de la Parada. El paisaje de la Sierra de Guadarrama y el tabardo verde oscuro que viste, traje propio de cacería, pueden explicarse por ese destino en un pabellón de caza, así como se explica el punto de vista bajo adoptado pues en la decoración del palacio debía servir de sobrepuerta.
http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Lezcano,_el_Ni%C3%B1o_de_Vallecas
El llamado Felipe IV en Fraga es un retrato de más de medio cuerpo de dicho reypintado por Velázquez en tres sesiones en junio de 1644 en la ciudad de Fraga, a la que se había trasladado la corte con motivo de la «jornada de Aragón» de ese año y que concluyó con la recuperación de Lérida, ocupada por el ejército francés a raíz de la sublevación de Cataluña. El cuadro salió de España en 1748 al ser regalado por Felipe V a su hermano el duque de Parma. Ingresó en 1911 en la Colección Frick de Nueva York, actualmente abierta como museo público.
Se trata casi con seguridad del retrato que Antonio Palomino dice que Velázquez pintó del rey de tamaño natural «de la forma que entró en Lérida, empuñando el militar bastón, y vestido de felpa carmesí, con tan lindo aire, tanta gracia, y majestad, que parecía otro vivo Philipo».
Las circunstancias en que se realizó se conocen por las cuentas de gastos, incluyendo los gastos de albañilería ocasionados por la apertura de dos ventanas en la sala donde debía posar el rey y las reparaciones hechas en el recinto habilitado como estudio del pintor, que se hallaba en estado ruinoso. Velázquez trabajó al mismo tiempo en un retrato del enano llamado El Primo que se envió a Madrid en junio, pero que según parece ha de tratarse de un retrato de ese bufón distinto del conservado en el Museo del Prado.
Antes de concluir el mes de julio el retrato del rey estaba terminado y se envió a la reina Isabel de Borbón, que a petición de la colonia catalana en la corte ordenó su exposición en público. José Pellicer en sus Avisos históricos informaba el 16 de agosto de 1644 que el cuadro en el que estaba retratado el rey «de la misma forma que está en campaña», vestido de rojo y plata, se había expuesto en la iglesia de San Martín, «debajo de un dosel bordado de oro, donde concurrió mucho pueblo a verlo y de él se hacen ya copias».
Jonathan Brown sugiere que Velázquez pudo inspirarse para su composición, por lo demás rigurosamente sobria, en el retrato delCardenal-Infante Fernando de Austria de Anton van Dyck (Museo del Prado), que se encontraba en Madrid desde 1636, pero Velázquez hizo un ejercicio de virtuosismo en las bordaduras plateadas sobre la felpa rosada así como en los destellos de la tela sedosa de las mangas, pintados sin duda a distancia, con numerosas pinceladas gruesas y empastadas en aparente desorden y en abierto contraste con el acabado suave del rostro.
De las copias conocidas la más estimable se encuentra en el Dulwich College de Londres, considerada antiguamente como la versión original del cuadro pintado por Velázquez hasta que en 1911 Aureliano Beruete se la atribuyó a Juan Bautista Martínez del Mazo, al asignar definitivamente a Velázquez la versión conservada en Nueva York.
http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_en_Fraga
El bufón don Diego de Acedo, «el Primo», es un retrato pintado por Velázquez y conservado en el Museo del Prado (Madrid, España) desde su apertura en 1819. Pertenece al grupo de retratos de bufones y «hombres de placer» pintados por Velázquez para decorar los palacios reales, en los que, dado su carácter informal, el pintor pudo ensayar nuevos recursos expresivos con mayor libertad que en los retratos oficiales de la familia real, con su carga representativa.
Historia
El retrato aparece en el inventario de la Torre de la Parada de 1701 en el vestíbulo de entrada, junto con otros tres «retratos de diferentes Sujetos y enanos», dos de los cuales parecen ser los retratos de Esopo y Menipo —aunque el mismo inventario los cita aparte en sala distinta— y el tercero el del enano llamadoFrancisco Lezcano. Los cuatro se llevaron en 1714 al Palacio de El Pardo, ofreciéndose con este motivo una descripción de los dos retratos de enanos que hace posible su identificación con los cuadros del Museo del Prado, al decir del uno que se trataba de un retrato de «Bufón revestido de Philosopho estudiando» y el segundo un bufón con unos naipes en las manos. Tras pasar al Palacio Real, antes de 1772, se inventarió con el nº 932 que aún lleva en rojo en el ángulo inferior izquierdo, descrito allí en 1814 como «retrato de un filósofo con un libro en la mano».
En 1819 ingresó en el Museo del Prado donde Pedro de Madrazo en 1872 lo identificó por primera vez con el enano llamado Diego de Acedo, de sobrenombre El Primo, suponiendo que se trataría del pintado por Velázquez en Fraga y que fue remitido a Madrid en junio de 1644 por el rey Felipe IV, según una nota de los gastos de la furriera en que se hace referencia a una caja de madera que el rey mandó hacer para enviar «el retrato del Primo que avía hecho Velázquez». El motivo de darle este nombre, que nunca antes había llevado, se debe a los libros que acompañan al retratado, pues la función desempeñada en la corte por el Primo fue la de secretario más que la de bufón. López-Rey estima que nada se opone a esta interpretación, considerando el retrato estilísticamente situado hacia 1645, y lo pone en relación con otro retrato, hoy desaparecido, de Alonso Sánchez Coello, inventariado en 1637 en el viejo Alcázar de Madrid, donde se decía que era retrato de Sancho Morata, célebre bufón de Felipe II, pintado con anteojos, sentado en tierra y leyendo un libro en medio de un paisaje de montaña, con algunos libros y un tintero a sus pies. Jonathan Brown observó, sin embargo, que el retrato de El Primopintado en Fraga sería con mayor probabilidad el inventariado con ese nombre a la muerte de Carlos II en el Alcázar y allí destruido en el incendio de 1734, siendo el de la Torre de la Parada pintado hacia 1636, cuando consta que el pintor trabajaba en algunas obras con ese destino.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_buf%C3%B3n_don_Diego_de_Acedo,_el_Primo
El bufón don Sebastián de Morra es una pintura al óleo de Velázquez conservada en el Museo del Prado, (Madrid, España) desde su apertura en 1819. Pertenece al grupo de retratos de bufones y «hombres de placer» de la corte pintados por Velázquez para decorar estancias secundarias y de paso en los palacios reales, en los que, dado su carácter informal, el pintor pudo ensayar nuevos recursos expresivos con mayor libertad que en los retratos oficiales de la familia real, con su carga representativa.
Historia
El cuadro aparece citado por primera vez en el inventario del antiguo Alcázar de Madrid de 1666, en cuya redacción intervino Juan Bautista Martínez del Mazo, yerno de Velázquez, donde se localiza en la escalera de la Galería del Cierzo: «Otra pintura de bara y mª de alto casi en quadro [aproximadamente 125 x 125 cm] del enano morra de mano de diego belazquez», tasado en cien ducados. Con él, y tasado en 150 ducados, se encontraba otro retrato de iguales características del bufón llamado El Primo, probablemente el pintado durante la «jornada de Aragón» de 1644 en la localidad oscense de Fraga, desde donde se envió a Madrid el 1 de junio ya acabado.
Sólo uno de estos retratos se libró del incendio de 1734, pues en el inventario de las pinturas que se habían podido salvar de él figuraba únicamente un «Retrato de un enano orgl de Diego Velázquez» —y entre líneas: «cuerpo entero»— con unas medidas aproximadas a 103 x 63 cm en marco dorado y tallado. Los estudios técnicos realizados en el Museo del Prado demuestran que el cuadro estuvo, en efecto, sometido durante algún tiempo a un marco ovalado de esas características; a consecuencia de ello fue cortado y luego recrecido en tres de sus lados, operaciones en las que sufrió otros daños y pérdidas de pintura.
Posiblemente pueda identificarse con el «retrato de un enano de cuerpo entero» que en un memorial de 1747 se recogía entre las obras traspasadas al Palacio del Buen Retiro, pero en 1772 se encontraba en el Palacio Real Nuevo donde seis años después lo copió Goyaen un grabado al aguafuerte con la inscripción: «Sacada y gravada del Quadro original de D. Diego Velazquez en que representa al vivo un/Enano del S. Phelipe IV. por D. Francisco Goya Pintor. Existe en el R. Palacio de Madrid/Aňo de 1778». En 1819 ingresó en el Museo del Prado, donde en 1834 aún figuraba sencillamente como «Enano sentado en el suelo». Fue Pedro de Madrazo quien en 1872, en su catálogo extenso de las pinturas conservadas en el museo, lo llamó —con un signo de interrogación— «Retrato de un enano del Rey Felipe IV: D. Sebastián de Morra», que describía:
«sentado en el suelo, de frente, con las piernas enteramente extendidas y los puños juntos a las ingles, vestido con coleto y calzón verde y gabancillo carminoso galoneado de oro.— Figura de tamaño natural. Del segundo estilo del autor».
La identificación propuesta por Pedro de Madrazo, presumiendo que el retrato salvado del incendio fue el de Sebastián de Morra y no el de El Primo, aunque los inventarios inmediatos nada dijesen de ello, ha sido generalmente aceptada al reconocerse al Primo en un segundo retrato del Museo del Prado procedente de la Torre de la Parada. Tal identificación, sin embargo, ha sido puesta en duda por José López-Rey a la vista de la existencia de una copia o réplica que perteneció a la colección del marqués del Carpio, donde según el inventario de los bienes dejados a su muerte, firmado en 1689 por Claudio Coello y José Jiménez Donoso, se tenía por retrato del Primo, especificando que se hallaba
«Senttado en el Suelo Con Una valona Caida Vesttido de negro Con Una gabardina Colorada Guarnezida de passamanos de oro y solo se ben Las Suelas de los zapattos Con Un jaro a Un lado original de Diego Velázquez».
La posibilidad de un error en este inventario, hecho con cierta distancia de años, con todo, no puede descartarse, y la identificación del Primo con el personaje retratado en el óleo procedente de la Torre de la Parada, acompañado de algunos libros y un tintero, parece bien fundada, tratándose más que de un bufón de un miembro de la burocracia palatina con funciones de secretario.
Sebastián de Morra sirvió en Flandes al cardenal-infante don Fernando hasta su muerte; en 1643 llegó a Madrid, donde Felipe IVordenó que se le conservasen los emolumentos y raciones que allí tenía, colocándolo al servicio del príncipe Baltasar Carlos; en tal función puede ser el enano que lo acompaña en la Lección de equitación de la colección del duque de Westminster. Consta que tenía un criado a su servicio, pues el mismo año de su llegada a Madrid se acordó hacerle merced de una segunda ración para su criado. Debió de hacerse querer por el príncipe, quien tuvo un recuerdo para él en su testamento, legándole a su muerte en 1646 un espadín de hierro plateado con dos veneras y tahalí bordado, una espada y daga de hierro plateado y un cuchillo. Murió en Madrid en 1649. Las fechas para la pintura del retrato han de quedar, por tanto, comprendidas entre estas, lo que no contradice la técnica suelta de su pincelada.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_buf%C3%B3n_don_Sebasti%C3%A1n_de_Morra
La Coronación de la Virgen es un lienzo de Diego Velázquez conservado en el Museo del Prado.
Historia del cuadro
El cuadro, según Antonio Palomino, "estaba" en el oratorio del cuarto de la reinaIsabel de Borbón, esposa de Felipe IV, en el antiguo Real Alcázar de Madrid. No se menciona, sin embargo, en el inacabado inventario de 1666 ni en los posteriores de 1686 y 1700, recogiéndose por primera vez en la lista de obras salvadas del incendio de 1734, donde se describe como «la Santísima Trinidad coronando a la Virgen» con atribución a Alonso Cano, nombre luego tachado y reemplazado por el de Velázquez. En 1746 se inventarió con atribución correcta en el Palacio del Buen Retiro y en 1772 en el Palacio Real Nuevo, ingresando en el Museo en 1819.
Carl Justi y Aureliano Beruete la incluyeron entre las obras tardías del pintor, al encontrar semejanzas estilísticas con Las hilanderas. Allende-Salazar, seguido por el resto de la crítica, observó sin embargo que el cuadro debió de pintarse antes de 1644, cuando aparece fechada la Coronación de Jusepe Martínez para la Catedral de Zaragoza, cuya parte superior guarda estrecha semejanza con el lienzo velazqueño. Para José López-Rey, con todo, esa relación de dependencia no sería motivo suficiente para adelantar la fecha de ejecución del lienzo de Velázquez, que él data entre 1644-1648 por encontrarlo estilísticamente próximo a la Fábula de Aracne y laVenus del espejo, pues Martínez podría haber visto el cuadro de la Coronación de la Virgen inacabado o haber recibido ciertas sugestiones de Velázquez, con quien coincidió en Zaragoza en 1644 y a quien alguna vez dejó su taller. El análisis técnico efectuado en el Museo del Prado apunta, no obstante, a una fecha de ejecución en torno a 1635, como indicaba ya Palomino, con una técnica de preparación del lienzo y aplicación de las capas de color por transparencias semejante a la empleada en otras obras de ese periodo, si bien la ejecución fue en este caso más cuidada al tratarse de una obra de devoción respondiendo a un encargo especial.
Se trata de una pintura en cierto modo excepcional dentro de la producción de Velázquez, en la que no abundan las obras de devoción, para la que se han sugerido como modelos iconográficos algunas composiciones de igual tema de El Greco en el Museo del Prado yHospital de la Caridad de Illescas, una estampa de Alberto Durero fechada en 1510 y dos estampas sacadas de un cuadro de Marten de Vos, si bien, como advierte Julián Gállego, la escena «apenas puede concebirse en otro orden, con el Padre a la derecha, el Hijo a la izquierda y el Espíritu Santo en forma de paloma, volando sobre la cabeza de la Virgen, sentada en un plano inferior».
http://es.wikipedia.org/wiki/Coronaci%C3%B3n_de_la_Virgen_(Vel%C3%A1zquez)
La Venus del espejo es un cuadro de Velázquez (1599-1660), el pintor más destacado del Siglo de Oro español. Actualmente se encuentra en la National Gallery de Londres, donde se la exhibe como The Toilet of Venus o The Rokeby Venus. El sobrenombre «Rokeby» proviene de que durante todo el siglo XIX estuvo en el Rokeby Hall de Yorkshire. Anteriormente perteneció a la Casa de Alba y aManuel Godoy, época en la que seguramente se conservaba en el Palacio de Buenavista (Madrid), de donde probablemente fue robada por algún miembro del ejército inglés.
La obra representa a la diosa Venus en una pose erótica, tumbada sobre una cama y mirando a un espejo que sostiene el dios del amor sensual, su hijo Cupido. Se trata de un tema mitológico al que Velázquez, como es usual en él, da trato mundano. No trata a la figura como a una diosa sino, simplemente, como a una mujer. Esta vez, sin embargo, prescinde del toque irónico que emplea con Baco,Marte o Vulcano.
Historia
Datación
No se sabe con certeza cuándo fue pintado. Algunos señalan el año 1648, antes de su segundo viaje a Italia; otros se inclinan por su realización durante ese segundo y último viaje a Italia, entre los años 1649-1651. La página web de la National Gallery y otros autores hablan hacia 1647-1651.
La Venus del espejo se reputó durante mucho tiempo como una de las últimas obras de Velázquez. En 1951, se descubrió citada en un inventario de 1 de junio de 1651 en la colección particular de Gaspar de Haro y Guzmán (1629-1687), marqués del Carpio, un cortesano estrechamente relacionado con el rey Felipe IV de España. Haro era sobrino-nieto del primer mecenas de Velázquez, el Conde-Duque de Olivares, y un conocido libertino. Según el historiador de arte Dawson Carr, Haro «amaba la pintura casi tanto como amaba a las mujeres», e «incluso sus defensores lamentaban su excesivo gusto por las mujeres de clase baja durante su juventud». Por estas razones, parece probable que él hubiera encargado la pintura. Si estaba inventariado en 1651, el lienzo no podía ser posterior al segundo viaje de Velázquez a Italia, del que retornó en junio de ese año, pudiendo haberlo pintado allí a fines de 1650 o principios de 1651 y remitido a España antes del regreso del artista. Sin embargo, en 2001 el historiador de arte Ángel Aterido descubrió que la pintura había pertenecido antes al marchante y pintor madrileño Domingo Guerra Coronel, y que fue vendida a Haro en 1652 después de la muerte de Coronel el año anterior. La propiedad de Coronel sobre la pintura suscita una serie de cuestiones: cómo y cuándo pasó a ser posesión de Coronel y por qué el nombre de Velázquez se omitió en el inventario de Coronel. El crítico de arte Javier Portús ha sugerido que la omisión pudo deberse a que se trataba de un desnudo femenino, «un tipo de obra que estaba cuidadosamente supervisada y cuya difusión se consideraba problemática».
Estas revelaciones hicieron que la pintura fuese difícil de datar. La técnica pictórica de Velázquez no ofrece ayuda, aunque su fuerte énfasis en el color y en el tono sugieren que la obra pertenece a su período de madurez. Las mejores estimaciones de su origen señalan su terminación a finales de los años 1640 o principios de los años 1650, bien en España, bien durante el último viaje de Velázquez a Italia.Si éste fuera el caso, entonces la espontaneidad y fluidez de ejecución, la disolución de la forma puede considerarse que marcan el comienzo del período final del artista. El consciente modelado y los fuertes contrastes tonales de su obra anterior están reemplazados aquí por una contención y sutileza que culminaría en su última obra maestra, Las Meninas.
Propietarios
Como ya se ha señalado, la pintura aparece inventariada en el año 1651 entre los bienes deGaspar de Haro y Guzmán y pasó luego a su hija, Catalina de Haro y Guzmán, la octava marquesa del Carpio, y su esposo, Francisco Álvarez de Toledo, el X duque de Alba. Estuvo desde 1688 a 1802 en poder de la Casa de Alba. En 1802, Carlos IV de España ordenó a la familia que vendiera la pintura (junto con otras obras) a Manuel Godoy, su favorito y primer ministro. Éste la colgó en su residencia entonces, el Palacio del Marqués de Grimaldi (vecino a la calle Bailén) junto con dos obras maestras de Francisco Goya: La maja desnuda y La maja vestida, que posiblemente fueron encargadas por el propio Godoy. Estos lienzos tienen obvias similitudes compositivas con la Venus del espejo, aunque a diferencia de Velázquez, es obvio que Goya pintó su desnudo en un intento calculado de provocar vergüenza y disgusto en el clima relativamente poco ilustrado de la España dieciochesca.
La Venus hubo de colgar en el llamado Palacio de Godoy durante unos pocos años, hasta que el primer ministro se mudó al Palacio de Buenavista, en la Plaza de Cibeles. Durante la Guerra de la Independencia Española, la pintura fue robada de las colecciones españolas y llevada a Inglaterra en 1813, donde fue adquirida (por quinientas libras, y por consejo de su amigo Thomas Lawrence) por John Morritt,quien la colgó en su casa de Rokeby Park, Yorkshire. Después fue vendido a Agnew and Son.
El Fondo de las Colecciones de Arte Nacionales, por entonces recientemente creado, adquirió la obra en 1906 por 45.000 libras, para laNational Gallery, siendo su primera adquisición triunfal. El rey Eduardo VII admiró grandemente la pintura y anónimamente proporcionó 8.000 libras al fondo para su compra, y se convirtió en Patrón del Fondo en adelante.
Vandalismo
El 10 de marzo de 1914, el lienzo fue atacado con un hacha corta de carnicero por Mary Richardson, una sufragista militante británica de origen canadiense. Su acción fue aparentemente provocada por el arresto de la compañera sufragista Emmeline Pankhurst el día anterior, aunque había habido avisos precedentes de un ataque sufragista planeado sobre la colección. Richardson dejó siete cortes en la pintura, causando daño en la zona entre los hombros de la figura.Sin embargo, todos fueron reparados con éxito por el restaurador jefe de la National Gallery, Helmut Ruhemann. Richardson fue sentenciada a seis meses de prisión, el máximo permitido por la destrucción de una obra de arte. En una declaración que hizo al Sindicato Político y Social de Mujeres poco después, Richardson explicó: «He intentado destruir la pintura de la más bella mujer en la historia de la mitología como una protesta contra el Gobierno por destruir a la Sra. Pankhurst, quien es la persona más hermosa de la historia moderna.» Añadió en una entrevista de 1952 que a ella «no le gustaba la manera en que los visitantes masculinos la miraban boquiabiertos todo el día».
La escritora feminista Lynda Nead ha observado que, aunque «el incidente ha llegado a simbolizar una percepción particular de actitudes feministas frente al desnudo femenino, en cierto sentido, ha acabado representando una determinada imagen estereotipada del feminismo en general». Informes contemporáneos al incidente ponen de manifiesto que la pintura no se miraba en general de una manera puramente humanista e ilustrada. Los periodistas tendían a hablar del ataque en términos de asesinato (Richardson recibió el apodo de Slasher Mary, esto es, «María la Acuchilladora»), y usaron palabras que evocaban heridas infligidas a un cuerpo femenino auténtico, más que a la representación pictórica de un cuerpo femenino.The Times, en un artículo que contenía datos fácticos erróneos respecto a la procedencia de la pintura, describió «una cruel herida en el cuello», así como incisiones en los hombros y la espalda.
Restauración
A la pintura se le hizo una gran limpieza y restauración en 1965–66, lo que demostró que estaba en buenas condiciones y con muy poca pintura añadida más tarde por otros artistas, al contrario de lo que algunos primeros escritores habían afirmado. José López-Rey se mostró crítico con esta restauración, señalando que fue «limpiado exageradamente y restaurado en exceso».
Figura de mujer (Sibila con "tabula rasa")
Obra de Velazquez realizada hacia 1644-1648. La pintura fue realizada en Oleo sobre lienzo, sus medidas son 64x58 cm y esta expuesta en Meadows Museum en Dallas.
Obra de Velazquez realizada hacia 1644-1648. La pintura fue realizada en Oleo sobre lienzo, sus medidas son 64x58 cm y esta expuesta en Meadows Museum en Dallas.
Infanta María Teresa
Obra de Velazquez realizada hacia 1651-52. La pintura fue realizada en Oleo sobre lienzo, sus medidas son 64x58 cm y esta expuesta en
Metropolitan Museum of Art en Nueva York
Desde Beruete (1909) la crítica lo acepta de forma unánime. Solo Harris (1982) no lo menciona. Brown (1986) estimó que es un pequeño estudio del natural para utilizarlo posteriormente como modelo en otros retratos.
A su regreso triunfal de Italia - donde había realizado excelentes retratos como el de Juan de Pareja o el papa Inocencio X - Velázquez realizará pocos trabajos. En la década de 1650 sólo se pueden fechar unas quince obras del maestro. La razón estaría en el deseo de Velázquez: ser nombrado Caballero de la Orden de Santiago - lo que supondría su ennoblecimiento - para lo que tiene que demostrar que no cobra por su trabajo de pintor. Al obtener el cargo de Aposentador Mayor de Palacio en 1652 tendrá un sueldo fijo como funcionario y dejará de recibir dinero por los cuadros que le encarga el rey. Aunque parezca ilógico, las leyes de la nobleza en el siglo XVII eran muy estrictas y los artesanos como Velázquez no tendrían acceso a esa clase social. El proceso que se inició en 1657 dio sus frutos, siendo el artista nombrado caballero como observamos en la cruz que luce en Las Meninas.La infanta Margarita, hija de Felipe IV e Isabel de Borbón, será de las más retratadas en esta década de 1650 ya que estaba en edad de contraer matrimonio y su retrato era muy solicitado por las diversas cortes europeas que deseaban conocerla. Esto motiva que algunos de los retratos fuesen obra del taller, pagándose bajos precios por ellos. Este que nos ocupa se considera realizado por Velázquez en su totalidad, especialmente por la genialidad a la hora de realizar los adornos del cabello de la infanta. Pero lo más interesante es, sin duda, la mirada de la joven. Su expresión reservada, de honesta doncella, se refuerza con ese gesto de mirar de reojo al espectador.La gama de grises y rojos empleados por el artista es totalmente armónica, contrastando con la oscuridad del fondo. La pincelada es bastante suelta, obtenida a base de pequeños toques de color. En cuanto a la luz, resulta significativo el fuerte fogonazo que aplica Velázquez, creando ligerísimas zonas de sombra.
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/260.htm
A su regreso triunfal de Italia - donde había realizado excelentes retratos como el de Juan de Pareja o el papa Inocencio X - Velázquez realizará pocos trabajos. En la década de 1650 sólo se pueden fechar unas quince obras del maestro. La razón estaría en el deseo de Velázquez: ser nombrado Caballero de la Orden de Santiago - lo que supondría su ennoblecimiento - para lo que tiene que demostrar que no cobra por su trabajo de pintor. Al obtener el cargo de Aposentador Mayor de Palacio en 1652 tendrá un sueldo fijo como funcionario y dejará de recibir dinero por los cuadros que le encarga el rey. Aunque parezca ilógico, las leyes de la nobleza en el siglo XVII eran muy estrictas y los artesanos como Velázquez no tendrían acceso a esa clase social. El proceso que se inició en 1657 dio sus frutos, siendo el artista nombrado caballero como observamos en la cruz que luce en Las Meninas.La infanta Margarita, hija de Felipe IV e Isabel de Borbón, será de las más retratadas en esta década de 1650 ya que estaba en edad de contraer matrimonio y su retrato era muy solicitado por las diversas cortes europeas que deseaban conocerla. Esto motiva que algunos de los retratos fuesen obra del taller, pagándose bajos precios por ellos. Este que nos ocupa se considera realizado por Velázquez en su totalidad, especialmente por la genialidad a la hora de realizar los adornos del cabello de la infanta. Pero lo más interesante es, sin duda, la mirada de la joven. Su expresión reservada, de honesta doncella, se refuerza con ese gesto de mirar de reojo al espectador.La gama de grises y rojos empleados por el artista es totalmente armónica, contrastando con la oscuridad del fondo. La pincelada es bastante suelta, obtenida a base de pequeños toques de color. En cuanto a la luz, resulta significativo el fuerte fogonazo que aplica Velázquez, creando ligerísimas zonas de sombra.
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/260.htm
Un caballero de la Orden de Santiago
Obra de Velazquez realizada hacia 1645-1650, realizada en Oleo sobre lienzo. Sus medidas son 67 × 56 cm. Esta pintura esta Gemäldegalerie, Dresde en Alemania.
Obra de Velazquez realizada hacia 1645-1650, realizada en Oleo sobre lienzo. Sus medidas son 67 × 56 cm. Esta pintura esta Gemäldegalerie, Dresde en Alemania.
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cuadros_de_Vel%C3%A1zquez
https://www.youtube.com/watch?v=aeWgZ5G4-Ps
https://www.youtube.com/watch?v=hoGjEnorv54
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