La historia se repite en Nigrán en relación a los conflictos del Plan Xeral, aunque a menor escala. Los altercados de 2006, en los que trescientos vecinos invadieron el consistorio y evitaron la aprobación del documento, acabaron con condenas judiciales de prisión y multas para una treintena de personas. La protesta del pasado 14 junio no evitó la aprobación inicial del plan ni ocasionó destrozos en el edificio como hace siete años, pero si tendrá consecuencias para algunos de sus participantes. Al menos para el presidente de la asociación vecinal "O Castro" de Chandebrito, Víctor Vidal Otero, que ha recibido una multa de 500 euros por parte de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra en relación al desorden público que, según la notificación, causó en el exterior del Concello. Mientras tanto, el gobierno municipal del PP, entonces con mayoría absoluta, daba luz verde a la ordenación urbanística de forma inicial en el interior con el rechazo de la oposición.
La Subdelegación del Gobierno ha abierto un expediente sancionador a Vidal a raíz de una denuncia de la Guardia Civil de Baiona, que remitió un informe en el que consta el sancionado como "dirigente y portavoz de una manifestación no autorizada de unas cien personas disconformes con el PXOM, explicando el denunciado a todos los reunidos los motivos de la reunión, informando a los presentes de las distintas fases del pleno, intentado dirigir a los presentes para que perturbaran el normal desarrollo del pleno mediante ruido, gritos y silbatos, llegando incluso a golpear los cristales del consistorio".
Estos hechos suponen una infracción grave de la Ley de protección de la Seguridad Ciudadana, sancionable con multas de 300,52 a 30.050,61 euros, según indica la notificación, que determina que "a tenor de las circunstancias concurrentes en el caso, la sanción a imponer es de 500 euros". La Administración da 15 días al sancionado para recurrir. Víctor Vidal prevé tomar medidas, aunque tanto él como los representantes de otros colectivos se encuentran a la espera de la llegada de alguna otra sanción por los mismos motivos, aunque la Subdelegación no aclara si habrá más multas.
El afectado se muestra indignado, aunque no sorprendido. "Tratan de reprimirnos por todos lados. Esto parece una venganza del alcalde", explica. En cualquier caso, Vidal recuerda que la concentración del día del pleno fue espontánea. "Nosotros convocamos una reunión informativa la tarde anterior al pleno ante el Concello y la comunicamos a la Subdelegación, pero no convocamos a nadie para la sesión plenaria", argumenta.
El gobierno municipal ha aclarado que ni el alcalde ni la Policía Local ha interpuesto ninguna denuncia por estos motivos.
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