lunes, 23 de septiembre de 2013

Conocido alrededor del mundo por ser uno de los criminales más temidos de la historia y haber acabado con la vida de miles de inocentes judíos, Hitler guardaba varios secretos bajo llave que han salido a la luz en los últimos años y que, según muchos, muestran un lado más humano de quien muchos consideran la reencarnación de Satanás.
  Tomado de Dedomedio (Número 20 – Año 02 – Abril del 2009).
   

1. Era homosexual

 
Según el profesor de la Universidad de Bremen, Alemania, Lotear Machtan, Hitler era un gay deprimido que en sus años de juventud llevó una vida abiertamente homosexual en Viena y Munich. Además, tuvo amigos del gremio que gracias a su gran influencia política y militar le facilitarían las conexiones necesarias para llegar al poder. También se dice que “La Noche de los Cuchillos Largos” (un asesinato masivo al interior del nazismo) fue el pretexto de Adolf para acabar con la vida de varios de sus amigos gays y librarse de posibles chantajes.
 
     

2. Solo un testículo

Durante la batalla del Somme, en la Segunda Guerra Mundial, una granada estalló en el vientre de Hitler, quien por entonces contaba con 27 años, lo cual le hizo perder un testículo. Este rumor circulaba ya desde los 40s, pero recién fue confirmado en la década del 60 por Johan Jambor, el médico... Ver mas
Durante la batalla del Somme, en la Segunda Guerra Mundial, una granada estalló en el vientre de Hitler, quien por entonces contaba con 27 años, lo cual le hizo perder un testículo. Este rumor circulaba ya desde los 40s, pero recién fue confirmado en la década del 60 por Johan Jambor, el médico que lo atendió luego del incidente.

3. El origen de su mal humor

 
Según un informe de la inteligencia británica (descubierto recientemente), Hitler sufría de fuertes desórdenes estomacales que eran el origen de unos pedos muy hediondos. El documento fue vendido en una subasta del 2009 junto a otros elementos de la Segunda Guerra Mundial. Quizá, la cara ruda del Führer no se debía solo al odio que sentía hacia los judíos.
 

4. Pasión por lo oculto

 
De panfletos a volúmenes enteros dedicados al ocultismo en una sola noche. Esa era la cantidad de libros que Hitler leía mientras reposaba en su cama luego de un largo día. Timothy Ryback, autor del libro “La biblioteca privada de Hitler”, afirma que la colección del Führer ascendía a 16 mil libros y concluye que no leía por placer sino de manera instrumental, para tomar ideas o datos útiles a sus propósitos criminales.
 

5. Amaba a Blondi

 
Blondi era una pastor alemán que acompañó a Hitler desde 1941 hasta el final de sus días. Algunos aseguran que el temperamento del Führer dependía de la habilidad que mostraba la perra en los trucos que él le enseñaba. El 30 de abril de 1945, se le suministró cianuro por órdenes de Adolf, quien quería evitar que las fuerzas soviéticas, que ya estaban cerca, la usaran como elemento propagandístico.
 
  

6. El otro rostro de Hitler

 
Según Traudl Junge, secretaria del Führer y quien admitió desconocer las actividades de su jefe, Adolf era amable, caballeroso y a veces, incluso, ensimismado y triste. Algo curioso es que le disgustaban las flores, tanto, que cuando veía una se sentía rodeado de cadáveres, según las declaraciones de la joven.
 

7. Tuvo un hijo

 
En diciembre del 2007, el periodista británico Martin Bright reveló que había recibido una llamada de Val Hann, una mujer que aseguraba que Unity Mitford, hija de una familia aristócrata y amante de Hittler, había llegado en los años 30 a la maternidad de una tía suya, lugar en el que había dado a luz a un niño al cual dio en adopción y del que, aseguraba, el Führer era su padre. Sin embargo, esta historia aún no ha podido ser corroborada por Martin Bright.
 

8. Fugó a América


La historia oficial dice que Hitler murió en el episodio que todos conocemos; sin embargo, algunos historiadores afirman que realmente huyó a Bariloche, Argentina, en 1945. Abel Basti es el principal promotor de esta teoría y cuenta con una página web (www.barilochenazi.com.ar) que está cargada de pruebas. Basti pidió al gobierno ruso que se le hicieran pruebas de ADN al cadáver de Hittler, pero Moscú se sigue negando hasta la fecha.

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